Demora injustificable. El Partido Cantonal de Cartagena exige la apertura inmediata del parking del Mercado de Santa Florentina una vez solucionados todos los problemas que impedían su puesta en funcionamiento. Las obras terminaron hace un año y han costado al Ayuntamiento la friolera de casi medio millón euros, en concreto 494.155 euros, en dos adjudicaciones distintas. Muy poco tiempo después del fin de la intervención, los técnicos municipales solucionaron las humedades procedentes de tres puestos cercanos a la puerta y a la izquierda de la entrada que afectaban al techo del sótano donde la Concejalía de Comercio, Hostelería y Consumo ha habilitado las plazas de garaje. Sin embargo, quedaron pendientes otras filtraciones, esta vez en la parte derecha de la plaza de abastos, cuya solución definitiva llegó los primeros días de noviembre del año pasado cuando los vendedores de esta ubicación fueron trasladados a un emplazamiento alejado del original. "Sin cámaras frigoríficas en este sitio ya no hay posibilidad de impregnaciones de agua hacia el aparcamiento y hay camino libre para que lo abran", asegura el presidente de la asociación de comerciantes, José García, al PCAN.
Los vendedores del Mercado de Santa Florentina aguardan diecinueve años el acondicionamiento de la planta inferior del edificio como parking. Una infraestructura que resulta clave para la supervivencia de la única plaza de abastos que queda en el municipio. Los pequeños empresarios consideran imprescindible la habilitación de la nueva zona de estacionamiento porque sus ventas caen en picado por inferioridad de competencia con las grandes superficies, hipermercados y supermercados cercanos, como Mercadona en la plaza de España, que tienen numerosas plazas para coches y de carácter gratuito.
Esta planta inferior sufrió una primera actuación que concluyó a principio de 2022 con un coste de 215.304 euros. La reforma consistió en la reparación y protección del hormigón del forjado y pórticos de la estructura del sótano, el incremento de la altura para su utilización como garaje, la instalación de una nueva red de colectores de aguas residuales y de pluviales, la mejora del sistema de evacuación de suelos y una nueva red de saneamiento. Una segunda intervención, que concluyó a principios de 2024, ultimó el lugar para su uso definitivo con otra gran inversión de 278.851 euros. En esta ocasión, la empresa adjudicataria habilitó cuartos de control de accesos, para la ubicación de las cajas de ventilación del sistema de renovación forzada del aire, para la batería de contadores de agua y depósitos contraincendios.Así como la instalación eléctrica, de ventilación, de detección y alarma de incendio, un sistema de circuito cerrado de televisión, una red interior de agua potable para puntos de baldeo y, por último, la delimitación con pintura de las zonas de paso y plazas de aparcamiento.
Otra de las incógnitas radica en el modelo de gestión del parking. El Ayuntamiento ha barajado tres opciones: la concesión de la explotación a una empresa privada, la gestión directa municipal o que esas plazas formen parte de la zona azul de la ORA. La idea inicial pasaba porque una compañía ejecutara la obra del garaje y después comercializara su uso durante veinte años pero ninguna mercantil acudió a la oferta municipal que quedó desierta. Ya que las obras al final han contado de forma única con dinero público la posibilidad de la gestión privada sin inversión previa de ningún tipo parece poco apropiada.