ni siquiera losas y sólo tierra y cascotes como pavimento tercermundista
Cansados de ser ciudadanos de segunda. El Partido Cantonal de Cartagena reclama el arreglo integral de la calle Submarino y adyacentes del Barrio de Peral. Simpatizantes y vecinos han comunicado al PCAN una situación de abandono impropia de una ciudad europea. En algunos tramos ni siquiera hay losas: la acera no existe. Sólo tierra y cascotes. El paseo extrapola al ciudadano a países en desarrollo de América o África. Y no sólo en la arteria principal. Las calles Armero, Sagunto, Iribarren, Contramaestre, Roldán. Da igual el nombre. Todas tienen desperfectos y presentan un estado deplorable tanto en el asfalto como en el enlosado.
El Ayuntamiento de Cartagena hace décadas que no realiza una intervención de calado en el popular barrio y los residentes muestran ya más resignación que enfado. Hay muy pocas excepciones como la entrada del Colegio Público de Infantil y Primaria Feliciano Sánchez o el acceso a la Iglesia del Inmaculado Corazón de María. Con el pavimento en semejante situación, los discapacitados también encuentran un camino de obstáculos insalvables para su desplazamiento. Además, parece que el plan municipal de asfaltado ha dado la espalda al Barrio de Peral porque sólo hay parches de alquitrán sobre capas anteriores.
El Barrio de Peral no es un caso aislado para desgracia de todos aquellos cartageneros que viven más allá de la calle Jorge Juan. La desidia municipal protagoniza la realidad de calles y aceras en buena parte de los barrios periféricos. La Barriada Cuatro Santos, San Félix, San Antón, Canteras o la Barriada San Ginés tienen el suelo en circunstancias parecidas. Una diferencia en el retorno del dinero público que discrimina a los ciudadanos en un mismo territorio.