Ecologistas en Acción critica la desmesura insostenible del suelo urbanizable en el PGMO de Cartagena

Ecologistas en Acción Región Murciana ha presentado ante el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Cartagena alegaciones al Plan General Municipal de Ordenación de dicho municipio. Mientras tanto la vivienda pública protegida languidece en la nueva norma urbanística.

Entregan un documento de 68 páginas planteando alternativas de desarrollo sostenible en el marco de las normas urbanísticas del municipio.

Ecologistas en Acción Región Murciana ha presentado ante el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Cartagena un documento de Alegaciones al Plan General Municipal de Ordenación de dicho municipio 68 páginas planteando alterativas de desarrollo sostenible en el marco de las normas urbanísticas del municipio.

Consideramos que la revisión del PGMO debe reducir de forma sustancial la proporción de suelos clasificados como Urbanizables y aumentar, de forma también significativa, la proporción de suelos Protegidos por Protección Ambiental, como parte de las infraestructuras verdes, el sistema de corredores ecológicos y la renaturalización intersticial del conjunto del municipio de Cartagena.

Lejos de plantear un urbanismo hídricamente sostenible, la revisión del PGMO de Cartagena prevé la construcción de 80.000 nuevas viviendas, las cuales supondrían en plena ocupación un aumento de población entre 240.000 y 320.000 personas, es decir, supondría más que duplicar la población actual, que a fecha 1 de enero de 2024 es de 221.364 habitantes. En definitiva, la revisión del PGMO de Cartagena pretende aumentar la población del municipio entre un 108% y un 144%, lo que, junto a otros muchos problemas relativos a la sostenibilidad, la calidad de vida y las necesidades de suministros y equipamientos básicos, constituye un verdadero problema en cuanto a las necesidades de abastecimiento de agua.

La renaturalización de Cartagena debe ser un objetivo para combatir las olas de calor agravadas por el cambio climático. La administración municipal necesita repensar su modelo de gestión, contribuyendo a restituir el equilibrio entre naturaleza y sociedad y frenar las consecuencias de la crisis ecológica. Es clave para garantizar un futuro en armonía con la naturaleza y las acciones locales contundentes son necesarias.

La introducción de elementos naturales en entornos urbanos se consigue mediante la plantación de árboles, creación de zonas verdes, espacios naturales, parques, la restauración de cauces y ramblas y la promoción de la biodiversidad, entre otras acciones. El nuevo PGMO tiene que adaptar el planeamiento urbanístico para integrar unas infraestructuras verdes, cohesionadas y conectadas, además de ajustar la normativa del entorno urbano para posibilitar la incorporación de soluciones basadas en la naturaleza. 

En el marco del PGMO, se necesita un Programa de implementación de zonas verdes en el casco urbano y las 23 diputaciones cartageneras para aumentar los espacios verdes, con especies autóctonas adaptadas a las condiciones de sequedad y con una mayor inversión en el cuidado de los árboles, permitiendo el acceso a esas islas climáticas, que debe ser una prioridad ambiental urbana

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Para Ecologistas en Acción en tanto no se aprueben de forma definitiva los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales, el suelo urbano de núcleo rural de estos respectivos planes debe tener la consideración de no urbanizable.

Los modelos de ciudad dispersa y fragmentada no generan un crecimiento sostenible sino insostenibilidad y desigualdad debido a la falta de igualdad dotacional y de accesibilidad a los servicios y equipamientos.  Los núcleos urbanos sin suficientes servicios y complejidad de usos, y ubicados de manera dispersa generan una excesiva e insostenible movilidad motorizada, en detrimento de un urbanismo de proximidad que fomente más los recorridos y los espacios peatonales. Se generan, entonces, deficiencias, externalidades y costes para la ciudadanía como son los altos impactos ambientales y sociales: contaminación, congestión, ruido, ineficiencia energética, falta de espacio público de calidad, insuficientes espacios verdes o vías urbanas concebidas como lugar de tránsito más que de convivencia.

Debe tratarse de un proyecto de urbanismo integral para la creación de una Cartagena inclusiva, segura, resiliente y sostenible; con el objetivo de contrarrestar la planificación urbanística deficiente y procurar la accesibilidad a la vivienda y servicios asequibles. Debe tratarse de un tejido urbano donde se una la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la gestión ecológica de residuos y la inclusión social. 

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