Nos venden la moto. El Partido Cantonal considera como un engaño histórico la llegada del AVE a Cartagena. La reunión de Cartagena Alta Velocidad de ayer deja dos conclusiones claras: no hay ni un solo avance respecto al encuentro del año pasado y una diferencia abismal, del todo sonrojante, entre la inversión prevista en la ciudad trimilenaria en relación a la de la capital del Segura. De hecho, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, anunció este martes la publicación de los pliegos para la contratación de la redacción del soterramiento y nueva estación de Cartagena antes de que finalice este año. El año pasado la expresidenta de Adif, María Luisa Domínguez, dejó claro sin embargo que la adjudicación de esta redacción tendría lugar en el primer trimestre de 2024. Por lo tanto, mucha foto que sólo atestigua el enésimo retraso de una historia eterna que perjudica de forma directa al desarrollo del municipio.
Por otra parte, la notificación ayer de un presupuesto de 7.450.911 millones de euros en las obras de soterramiento y nueva estación de Cartagena, anexa a la actual, destapa una discriminación brutal respecto a los 603 millones de euros empleados en la ciudad de Murcia para las mismas obras. La explicación es evidente. Los números muestran sin artificios la decisión política tanto de PP como de PSOE del aislamiento ferroviario de Cartagena con el desvío del Corredor Mediterráneo al interior en el tramo de Alicante a Almería para su paso por Murcia. De esta manera, la capital del Segura precisa de una gran terminal que acoja la llegada y salida de trenes hacia el sur y el noreste español en este corredor. Y Cartagena queda relegada, en el mejor de los casos, a punto final de algunas franjas horarias de la línea AVE a Madrid y al uso de las tercermundistas cercanías a Murcia si los cartageneros planean el viaje a otro lugar diferente de la capital de España.
Esta planificación de los políticos de los dos partidos nacionales más importantes prostituye y cambia de forma copernicana la realidad culminada en 1862, con inauguración de la reina Isabel II incluida, de la línea Madrid-Cartagena con un apeadero en Murcia. Las cuatro décadas de autonomía de la Región de Murcia ha convertido a Cartagena en todo lo contrario del proyecto original: un apeadero del AVE a Madrid y ya. La gran estación está a cincuenta kilómetros de Cartagena. Justo al revés de lo previsto en el siglo XIX. Metáfora exacta del declive de la ciudad durante los últimos años.