Otro proyecto que ha quedado en el cajón. La Comunidad Autónoma prometió la creación de un parque regional en la zona oeste hace cuatro años. Esta joya natural cuenta ya con las más importantes figuras de protección medioambiental como la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC). La reglamentación europea impone así una infinidad de restricciones a los vecinos en relación, por ejemplo, a la construcción o modificación de edificaciones. En esta tesitura, los residentes piden desde hace tiempo la catalogación como parque regional. Iniciativa que traería consigo inversiones y un mayor desarrollo turístico de la zona protegida por la publicidad que acompaña a la nueva ordenación.
El nuevo parque regional de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y el Monte Roldán, el segundo del municipio después del de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas, y el octavo de toda la Comunidad Autónoma, pondría freno también a la despoblación de la zona oeste. Su nuevo estatus incentivaría la aparición de negocios relacionados con la hospedería rural o la restauración ante la llegada de más visitantes. De hecho, entre los principales impulsores de esta idea destacan la Asociación de Alojamientos Rurales de Cartagena o empresas de elaboración tradicional como la quesera Sabores de Tallante.
En este sentido, la Dirección General del Medio Natural puso como fecha límite el fin de la pasada legislatura para la declaración de la zona oeste de Cartagena como nuevo parque natural. Incluso, en sus compromisos a la población, la propia Administración regional anunció un centro de visitantes, que explicara la idiosincrasia del parque, zonas de esparcimiento y miradores panorámicos como inversiones públicas iniciales tras la nueva catalogación. Una carta a los Reyes Mayos que ha quedado en casi nada, más allá de una somera cartelería, y en ilusiones de desarrollo tiradas por la borda en uno de los lugares más bellos del municipio y de la Región.