Esta campaña de ciencia ciudadana, que pretende medir los niveles de NO2, dióxido de nitrógeno, llega ahora a nuestra ciudad, tras los malos resultados obtenidos en las inmediaciones de 160 centros de Educación Primaria y Secundaria, repartidos por toda la geografía nacional.
" La población infantil es muy vulnerable a la presencia en su entorno de las diferentes sustancias contaminantes presentes en la atmósfera. Esto se debe a algunas características propias de la edad, tales como su mayor presencia en el exterior, su inmadurez fisiológica, o su mayor frecuencia respiratoria, entre otras. Diferentes estudios demuestran que, a estas edades, el NO2 afecta gravemente al aparato respiratorio y al sistema inmunológico, también afecta a la capacidad de atención de los niños en el corto plazo, así como a su capacidad rápida de respuesta. De ahí la importancia de limitar al máximo la exposición de los menores a este contaminante, y siempre por debajo de los 10 microgramos por metro cúbico que establece la OMS. Ni la normativa actual, ni la nueva revisión a la baja de la Directiva Europea, aún por aprobarse, protegen suficientemente la salud, ya que el valor de la nueva directiva será el doble (20 microgramos/m3) que la recomendación de la OMS basada en la evidencia científica", explica Pedro Luengo Michel de Ecologistas en Acción.
"Con esta campaña de ciencia ciudadana, se pretende medir los niveles de NO2 en 20 puntos del municipio, en el entorno de 19 centros educativos, previamente seleccionados. La colocación de los dispositivos se realizó el domingo 21 de enero y durará varias semanas, hasta principios del mes de febrero. Una vez retirados los captadores, se obtendrán los datos que permitirán conocer el nivel de contaminación real en los entornos escolares donde se ubicaron", indica Susana Otón Costa del colectivo ciudadano MoviliCT por Tu Salud.
"Paralelamente a la recogida de datos, la organización ecologista, en colaboración con la FAPA Juan González, la organización Teachers For Future y los colectivos de Movilidad de Cartagena, ofrece a todos los centros educativos de Secundaria y Primaria, la posibilidad de colocar una exposición informativa, relativa a la contaminación atmosférica y la movilidad, así como charlas y talleres relacionados con estos temas", comenta José Ángel Vivancos Román de la asociación Vía Libre.
"Es fundamental concienciar a nuestra infancia y juventud, sobre los problemas que el tráfico de vehículos a motor ejerce sobre la salud y el medio ambiente, a la vez que se les muestra los beneficios individuales y colectivos del transporte público, los desplazamientos en bicicleta o a pie. Para ello es indispensable que nuestros políticos actúen de una vez, y apuesten firmemente por la movilidad sostenible y activa en todos los municipios de nuestra región", expone Paula Valdivieso Ferrándiz, de la asociación Madres por el Clima.
"Hay que recordar que Cartagena cuenta con un Plan de Movilidad Urbana Sostenible y Accesible, así como con una Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones; ambos aprobados hace más de un año, pero apenas ejecutados. Además de poner puntos de recarga para vehículos eléctricos o realizar recogida de datos ambientales, que no se publican, es necesario que se produzca una reducción real en la circulación de vehículos a motor. Así mismo, tal y como queda recogido en estos planes, es necesario aumentar el espacio público dedicado al peatón, creando áreas renaturalizadas que actúen como sumideros de CO2, a la vez que disminuyen la temperatura ambiental", remarca Eduardo Lucas Muñiz de la asociación Bicue.