Innovación, modernidad y simplificación para gestionar y controlar la calidad del aire de Cartagena

La alcaldesa avanza que habrá una nueva ordenanza y que los vecinos participarán en su elaboración

Cartagena contará con una ordenanza municipal sobre calidad del aire caracterizada por “la innovación, la modernidad y la simplificación”, que, por otra parte y según la alcaldesa, Noelia Arroyo, “es la nota que distingue la Estrategia de Modernización y Simplificación Administrativa que tenemos en proceso y que comprometí para esta Legislatura”.

La Junta de Gobierno Local reunida hoy ha dado el visto bueno al procedimiento de redacción y aprobación de la nueva norma, en cuya elaboración participarán los vecinos que lo deseen “dando su opinión a través de un cuestionario amplio, pero definido, en relación a la calidad del aire, la contaminación atmosférica”.

“Si estamos apostando por una ciudad de futuro, por la energía y la movilidad sostenible, y por la neutralidad de carbono, no podemos seguir gestionando con normas del siglo pasado, que están obsoletas, son ineficientes y difíciles de aplicar”, dijo la alcaldesa.

Cartagena cuenta con una Ordenanza municipal que regula la Zona de Bajas Emisiones, pero el resto de normas están dispersas por el Plan General de Ordenación Urbana de 1987, que también va a ser sustituido por otro plan más moderno.

Para Noelia Arroyo, lo importante de la futura ordenanza es que “damos seguridad a ciudadanos, empresas, comercios, hosteleros, porque quedará todo recogido en una sola norma” y, por otra, que el Ayuntamiento “tendrá una herramienta útil y de vanguardia para gestionar y realizar un control más riguroso y de una forma más sencilla”.

A este respecto, puso como ejemplo que el PGOU obliga a construir chimeneas de grandes dimensiones para la extracción de humos, cuando la tecnología permite sistemas mucho más asequibles seguros y de menor impacto visual.

La decisión municipal viene también justificada por la demanda social en relación a la calidad del aire y la necesidad de mejorar las condiciones medioambientales de los espacios urbanos “que los ciudadanos lo siguen percibiendo con un problema”.

Garantizar el derecho al medio ambiente adecuado; preservar y mejorar la calidad del aire contribuyendo a una mejora de la calidad de vida; minimizar las molestias a la población como consecuencia de la emisión de polvo, humos, gases, olores, partículas y de cualquier otra sustancia potencialmente molesta, además del calor; disponer de una norma que regule los aspectos ambientales de competencia municipal relacionados con la calidad del aire y la contaminación atmosférica con el objeto de prevenir la aparición de nuevos conflictos en esta materia; y contribuir a proteger la salud de los ciudadanos del municipio frente a la contaminación atmosférica de origen natural y antropogénico, son los cinco objetivos básicos que pretende cubrir la futura ordenanza, que incorporará un ‘Protocolo de actuación municipal en episodios de contaminación ambiental’ para hacerlo más ágil, práctico y efectivo.

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