Una tesis de la UPCT investiga sobre la utilización de robots para el tratamiento de niños con autismo

Los autómatas sociales son capaces de repetir juegos con infinita paciencia y registrar los datos para su estudio

La tesis doctoral  `Interacción humano-robot en intervenciones psicoeducativas emocionales en TEA´ de la doctoranda Gema Benedicto Rodríguez, que dirige el profesor del Área de  Arquitectura y Tecnología de Computadores de la UPCT José Manuel Ferrández, profundiza en una de las aplicaciones emergentes de la robótica social para proporcionar terapia a niños con autismo.

En estudios pioneros se ha investigado la eficacia del Entrenamiento de Respuestas pivotales conocido por sus siglas en inglés como PRT, en el tratamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA), especialmente cuando se integra con tecnologías de vanguardia. La última investigación reveló un notable aumento en las autoiniciativas de niños autistas sometidos a PRT, con mejoras aún más significativas cuando un robot social colaboró en sus intervenciones. Esta integración del área de psicología y tecnología promete mejorar habilidades sociales y de comunicación, desafíos comunes para las personas con diagnóstico TEA.

La tesis doctoral incluye una recopilación de una base de datos multimodal, que incorpora grabaciones de vídeo y señales fisiológicas, como la actividad electrodérmida (EDA) para analizar las respuestas emocionales del niño. El nuevo estudio también investiga el impacto de la terapia robótica con el robot social Pepper, el papel de las pruebas psicológicas administradas a los padres, la influencia del dispositivo en evaluar la excitación emocional y desde el ámbito conductual, llevar a cabo técnicas como “eyetracking” o “bodytracking”, que aportan información sobre el nivel atencional y de compromiso con la terapia y posibles niveles de estrés no visibles mediante comportamientos externos. Este enfoque integral, que combina evaluaciones psicológicas con innovaciones tecnológicas, busca abordar los déficits emocionales en personas con TEA, abriendo nuevas vías para estrategias terapéuticas.

La UPCT también colabora desde el pasado año en un proyecto multidisciplinar para buscar soluciones encaminadas a la mejora del comportamiento y la respuesta social de niños con trastornos del espectro autista. Ingeniería Biomédica, Robótica, Pediatría y Neurorehabilitación se unen para lograr robots emocionales para el autismo. El proyecto de investigación “Interacción Humano-Robot para intervenciones psicoeducativas emocionales" (Ethereal) integra sensores avanzados de señales fisiológicas, técnicas de inteligencia artificial y nuevos robots de aspecto humano capaces de enseñar a niños con un Trastorno del Espectro Autista (TEA) lo que significan las diferentes expresiones y emociones, según el catedrático José Manuel Ferrández, del área de Arquitectura y Tecnología de Computadores.

En este proyecto también participan la Universidad Miguel Hernández, la UPCT, la Universidad Castilla-La Mancha y Fisabio, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO), que iniciará en breve un tratamiento pionero con robots para el tratamiento del trastorno del espectro autista.

Además, el grupo de investigación Diseño Electrónico y Técnicas de Tratamiento de Señal de la UPCT, liderado por José Manuel Ferrández, coordina la Red Nacional en Inteligencia Artificial para neurociencia y salud mental desde  el 1 de junio del pasado año. Los investigadores han unido sus recursos y conocimientos para desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento de disfunciones neuronales y trastornos mentales. Los investigadores de la Red centran su trabajo en casos relacionados con enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, demencia frontotemporal, ictus, autismo, Parkinson o esclerosis múltiple, entre otras.

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