El Ayuntamiento incumple con el inicio del Cuartel de la Policía Local de Cuesta Blanca este año

Las obras de la nueva sede policial de la zona oeste ni siquiera está licitadas pese a que la alcaldesa, Noelia Arroyo, considera este proyecto como prioritario

Otra partida del presupuesto municipal de este año que queda en el tintero. El Ayuntamiento de Cartagena lleva un par de anualidades con el inicio de las obras del nuevo Cuartel de la Policía Local de Cuesta Blanca entre manos. Parecía que por fin había un compromiso claro para este 2023 pero tampoco esta vez ha sido la definitiva y pese a que la alcaldesa, Noelia Arroyo, considera este proyecto como prioritario. Llega el final del año y las obras de la nueva sede policial de la zona oeste ni siquiera están licitadas.

  La actuación conlleva una inversión modesta de 85.000 euros para la adecuación como dependencias policiales del edificio de la antigua gasolinera en la avenida Martínez de la Rosa. El inmueble precisa del acondicionamiento de áreas de duchas, vestuarios y despachos en una intervención de bajo coste ante el buen estado que presenta su estructura.  Diez agentes operarían desde esta base, en tres turnos y bajo la coordinación de un subinspector, y desde allí patrullarían las diferentes diputaciones de la zona oeste: Los Puertos de Santa Bárbara, Campo Nubla, La Magdalena, Canteras y Perín. En la actualidad, los funcionarios de este distrito acuden desde las instalaciones centrales del Parque de Seguridad en la Carretera de La Unión hasta esta parte del municipio colindante con Mazarrón y Fuente Álamo.

  La descentralización de la Policía Local repite como problema de los distintos Gobiernos municipales. La alcaldía de MC-PSOE, por ejemplo, prometió nuevas dependencias de seguridad en la Casa Árabe de Los Dolores. El proyecto preveía que los agentes compartieran espacio con los funcionarios la Oficina Municipal de Información y Tramitación Administrativa (Omita) ya que este inmueble presenta una superficie suficiente para ambos servicios. En nada quedó esta necesidad perentoria del barrio más poblado de Cartagena. De hecho, el antiguo Castillito del Marqués de Fuente Sol, cuya rehabilitación costó 585.000 euros, sirvió muy poco tiempo de cuartelillo ya que, por sus especiales características arquitectónicas, no cumplía con las condiciones de seguridad laboral que precisan los agentes en la funcionalidad de su servicio.

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