Una escuela que se cae a trozos.La Consejería de Educación cierra la puerta principal de la Casa del Niño, edificio en el que reciben sus clases los alumnos de Educación Infantil del Colegio Público San Isidoro y Santa Florentina, por el mal estado que muestra el techo del porche y el consiguiente peligro de derrumbamiento. En este sentido, la Dirección General de Centros e Infraestructuras ha ordenado que estudiantes y profesores entren y salgan del recinto escolar desde ayer por el acceso trasero de la calle Real.
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos muestran por su parte en un comunicado su asombro por el peligro que han sufrido los niños, de entre 3 y 5 años, durante los dos y meses y medio del actual curso escolar. El AMPA interpela a la Consejería de Educación sobre el motivo por el que no asumieron las obras de la entrada principal en verano durante las vacaciones y "si sabían que no estaba bien, haber permitido la entrada a la escuela por esa puerta hasta este viernes". Por su parte, la directora del Colegio San Isidoro y Santa Florentina, María de la Encarnación Hernández, ha asegurado al Partido Cantonal de Cartagena que el centro sólo ha recibido una comunicación oficial sobre la prohibición de uso de la puerta principal y que, en ningún caso, tiene conocimiento de la fecha de comienzo de las obras de reparación si es que las hubiere.
El nuevo acceso por la calle Real conlleva también otro riesgo para los doscientos pequeños de infantil y sus familias por la estrecha acera de poco más de metro y medio y la gran congestión de tráfico de esta vía en relación con la calle Jabonerías de la puerta principal ahora en desuso. En la conocida también como calle Sagasta, la Policía Local hasta cortaba la circulación de automóviles en horario de entrada y salida de los escolares. Y ahora en la calle Real, los agentes sólo suspenden el paso de vehículos en uno de los dos carriles existentes a la altura del centro frente al Cruceiro.
El PCAN indica al Gobierno Regional que el anuncio de rehabilitación integral de la Casa del Niño que hizo ayer, con una previsión de gasto superior a los dos millones de euros, sólo recuerda al proyecto que la propia Comunidad Autónoma prometió con inicio de las obras para el verano de 2019 y la construcción de tres aulas de infantil, una sala polivalente de 55 metros cuadrados, un salón de actos, un comedor de 120 metros cuadrados, para unos 80 comensales por turno, una cocina de 32 metros, una sala de profesores, una biblioteca, un aula de ordenadores y un despacho para el profesor de orientación. Aquello, hace cuatro años, quedó en nada por lo que la confianza en la nueva iniciativa es nula por el incumplimiento de la anterior. Además, la parte ya restaurada del edificio, coincidente con la calle Tolosa Latour y cuyos trabajos culminaron hace tres años, sigue sin su adecuación interior para el uso de los alumnos.