En sus recorridos por España, La Barraca, el grupo de teatro de Federico García Lorca, entonaba una pequeña canción que había adoptado a modo de himno. La letra se la había tomado Federico prestada a un poeta, que quiso dedicarle unos versos a la compañía. Lorca y aquel poeta desconocido encuentran sus destinos paralelos en 'El Abrazo', de Joaquín Sánchez. Un corto documental sonoro que se podrá ver este jueves, 1 de junio, a las 20:00 horas en la biblioteca del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy. Entrada gratuita, hasta completar aforo.
El ‘himno’ de La Barraca nació en Almansa (Albacete) el 2 de julio de 1933. El episodio central del relato aparece documentado en las memorias de antiguos integrantes de La Barraca, como Luis Sáenz de la Calzada o Modesto Higueras, e incluso algunos de ellos, como María del Carmen García Lasgoity o Jacinto Higueras, todavía recordaban la melodía setenta años después. Sin embargo, el gran olvidado de la historia era el autor de aquellos versos.
En 2022, durante un trabajo de investigación sobre aquella etapa de la historia local, el joven historiador Iván Díaz localizó un poema publicado en 1932 en el periódico infantil almanseño ‘Corazón’. Sus últimos versos decían:
"La farándula pasa, bulliciosa y triunfante;
Es la misma de antaño, la de Lope burlón,
trasplantada a este siglo de locura tonante...
¡Es el carro de Tespis con motor de explosión!"
Era la rima que venía en los libros, la que rememoraban los antiguos ‘barracos’ en todas las entrevistas sobre la mítica compañía. Pero esta vez sí aparecía un nombre identificando su autoría: Melchor García Lopera, un maestro destinado a Almansa en aquellos años. Ese era el hombre al que Federico abrazó aquella noche después de la función. Con ese revelador dato como punto de partida, ‘El Abrazo’ señala los sorprendentes paralelismos biográficos entre Melchor y Federico y reivindica el entendimiento y la palabra frente al sinsentido del odio y de la intolerancia.
El documental presenta el valor añadido de contar en la narración con la voz de la nieta del protagonista, la también docente y escritora almanseña Avelina García Colmenero.