Con la puerta en las narices. El trasiego de visitantes que suben hasta el centro de interpretación del Fuerte de Navidad y bajan con cara de circunstancias por su clausura llama la atención de los cartageneros que acuden hasta el faro del mismo nombre durante estos días de libranza para buena parte de la población. El Ayuntamiento de Cartagena ha decidido el cierre de este monumento cuando medio país disfruta de vacaciones en coincidencia con las fiestas navideñas. Además, el barco turístico, que tenía parada fija frente a la fortaleza para su visita, ahora pasa de largo y hace menos atractiva esta actividad.
La Concejalía de Turismo, que dirige la edil popular Cristina Mora, también ha dejado fuera de servicio durante estas dos semanas de Pascua al conocido como Bus Turístico que recorre las calles más monumentales, la Muralla de Carlos III, el puerto y culmina su trayecto en la playa urbana de Cala Cortina. Y, para más inri, las personas de más edad que acudieron ayer al ascensor panorámico de la calle Gisbert, con la intención de un acceso menos dificultoso al Parque Torres, encontraron el elevador cerrado por avería.
La explicación que reciben los foráneos en las oficinas de turismo de la ciudad sobre la clausura de estos atractivos turísticos resulta una contradicción en sí misma. "Cierre por temporada baja", explican los técnicos de la Concejalía de Turismo ante la atónita mirada de los visitantes que aprovechan sus días de vacaciones en una época a todas luces de temporada alta aquí y en el resto de España.
"Desde luego es un desacierto que en una de las fechas con mayor llegada de personas de otras latitudes, tanto nacionales como extranjeras, el Ayuntamiento no tenga al cien por cien todos sus servicios turísticos y debería dejar lo que también denominan como paradas técnicas para mediados de enero o febrero", muestra su queja el secretario de organización y candidato a la Alcaldía por el Partido Cantonal de Cartagena, Antonio Conesa.
Partido Cantonal de Cartagena