Hoy se inaugura el flamante AVE desde Murcia a Madrid, soterrado, retrasado y subvencionado. Ya tenemos un tren que no mejora en nada el servicio que se suspendió hace más de un año, todo ello después de meses de viajes en autobús y de miles de millones de euros enterrados bajo las vías.
Cuando se abrió la variante de Camarillas en 2019, el viaje en tren entre Murcia y Madrid se hacía en 3 horas y 15 minutos. Tres años después, el trayecto más rápido se va a poder hacer en 2 horas y 45 minutos, eso sí, con paradas en Orihuela y Elche, pero no en Albacete, dos servicios diarios, y otros dos que además entran y paran en Alicante, con una duración de casi 3 horas y media.
La velocidad media de este tren se queda en 141 Km/h en el mejor de los casos y en 111 Km/h en el peor, y eso no se puede llamar un tren de alta velocidad, aunque tenga el mismo aspecto que los de verdad.
Si queremos ir desde Cartagena a Madrid, tenemos que subirnos a un autobús, que en tres horitas nos pone en la estación del AVE en Albacete, una maravilla, total casi seis horas, o más, hasta Madrid, pasando por Cuenca, Ocaña y Aranjuez. Hace poco más de un año, aún era un viaje que sin ser el mejor del mundo, daba un buen servicio y llenaba los trenes. Ahora la mayor parte de los viajeros ni se lo plantea.
Ante estos portentosos avances, nos preguntamos ¿qué hemos ganado?, o mejor dicho ¿qué hemos perdido? Pues mucho, porque nunca se van a recuperar los servicios que había entre Cartagena y Murcia, Murcia y Alicante y Murcia y Lorca - Puerto Lumbreras - Águilas, ni trenes que paran en Cieza y en Hellín, con la pérdida de vertebración regional que ello supone. Pasarán muchos años hasta que por algunas líneas vuelvan a circular los trenes y a buen seguro nunca se recuperará la frecuencia que había hace pocos meses.
Desde el grupo de trabajo Cartagena - Madrid en 3 horas, rechazamos el despilfarro que supone un tren que no se pude llamar de alta velocidad, aunque sí de alto coste, mientras se abandona la línea Cartagena - Madrid por el corredor de Cieza, el camino directo hacia el centro de la península, y exigimos que se repongan los servicios ferroviarios que teníamos antes de que nos llegara el despropósito del AVE, si puede ser mejorados a la altura de los tiempos, y denunciamos el castigo al que está siendo sometida nuestra comarca en materia de infraestructuras de transporte.