El Servicio de Limpieza ha incorporado dos máquinas quitachicles que permiten retirar de manera más rápida y eficiente las gomas de mascar pegadas al suelo en las calles y plazas de la ciudad.
Las máquinas, que ya han comenzado a operar en el centro, despegan los chicles mediante la aplicación de vapor con una lanza que ablanda la goma de mascar y permite retirarla con cepillo. La combinación de la presión, el calor y una solución limpiadora hacen que los chicles puedan retirarse en pocos segundos y sin generar ruidos. La lanza está conectada a una mochila alimentada con una batería de litio que da al operario una autonomía de hasta 8 horas.
El concejal de Infraestructuras, Diego Ortega, ha dicho que estas máquinas suponen un avance sobre el método de retirada anterior mediante rascado, que es menos eficaz, más lento y podría causar daños en el pavimento. “Estás máquinas van a mejorar el servicio pero tenemos que insistir en que lo más importante es no arrojar chicles al suelo. Siempre hay una papelera a mano donde dejarla. Retirar un chicle cuesta mucho más que comprarlo. Nos obliga a gastar dinero de todos y el tiempo de operarios que podrían estar realizando otras labores de limpieza”.
Las dos mochilas quitachicles, que son operadas por trabajadores de la concesionaria Lhicarsa, han sido adquiridas por 7.000 euros.