Avalancha de propuestas para La Manga y su entorno que pasan los años y quedan sin concreción alguna. El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, anunció hace cuatro años una inversión regional en la adecuación de las Salinas de Marchamalo como zona de ocio medioambiental. El proyecto, que el propio primer mandatario regional denominó como paseo "verde", incluía puentes de madera, áreas de descanso, puntos de observación de aves y carteles interpretativos de la flora y la fauna de este importante enclave natural.
Las Salinas de Marchamalo, ubicadas justo al comienzo de La Manga, cuentan con hasta cinco figuras de protección ambiental de carácter europeo, entre las que destacan las de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), con presencia estable de colonias de flamencos y otras especies acuáticas de alto valor ecológico. Por todo ello, el Partido Cantonal de Cartagena ya reclamó la catalogación del paraje como Parque Regional en 2016. A raíz de esta petición, la Administración autonómica puso sobre la mesa diferentes iniciativas coincidentes en parte con la propuesta del PCAN. Entre las cuales, destacaba la construcción de un centro de interpretación y museográfico del patrimonio natural del enclave. Todo quedó en nada una vez más y la zona presenta una evidente imagen de abandono.
El Partido Cantonal de Cartagena considera muy necesaria este conjunto de acciones en las Salinas de Marchamalo ya que atraería a visitantes en periodos alejados de época estival y con ello la principal playa del municipio daría un paso más para la desestacionalización de su actividad económica. El gran caballo de batalla de La Manga del Mar Menor desde su nacimiento como polo turístico y que queda siempre pendiente en la hoja de ruta de los políticos gobernantes sean de un signo o de otro, tanto a nivel regional como local.