La alcaldesa, Noelia Arroyo, se ha referido al proyecto para la creación de un gran corredor verde entre San José Obrero y Canteras, mediante la renaturalización de parcelas que ocuparían unas 15 hectáreas y más de 2 kilómetros lineales, en el pregón que ha pronunciado este sábado para anunciar las fiestas patronales de San José Obrero y Patojos.
Arroyo ha enumerado los proyectos ejecutados o que están en marcha en este barrio cartagenero, citando el renovado local social o la rotonda de la Viña del Mar, que ha mejorado de forma sustancial la seguridad vial en la zona.
También se ha referido a proyectos futuros, “como la mejora de vuestra conexión con Cartagena y también algunos proyectos en los que tenemos mucha confianza, como el gran cinturón verde de dos kilómetros que hemos propuesto a Europa para que empiece aquí y os conecte con Canteras mediante una gran zona verde”.
La alcaldesa ha glosado parte de la historia del barrio, que no fue bautizado con el nombre de San José Obrero hasta 1970, y la historia de sus fiestas patronales, “unas fiestas con tradición que fueron importantes y que tenían como escenario habitual toda esta zona, cuando solo se la conocía con el nombre de Los Patojos”.
Ha destacado que siempre fue un lugar de paso camino de Mazarrón y marcado por la carretera. De ahí que hubiera desde siempre herreros, talleres, tiendas y ventas para dar servicio a viajeros y carreteros.
En la historia de este barrio, ha contado la alcaldesa, queda que en una de sus ventas se negoció la rendición del castillo de la Atalaya, una decisión que puso fin a la guerra cantonal, y parte destacada de la historia de la ciudad.
Esta zona, además, se caracterizó por ser lugar de expansión y de salidas al campo para los cartageneros, de ahí que tuvieran éxito las celebraciones que se organizaban. “Una de las más queridas y con más arraigo fue la romería a Los Patojos, una gran fiesta que era la celebración con la que muchos cartageneros cerraban la Semana Santa en la tarde del domingo de Resurrección, y era mucho más que una jornada de campo para comer la mona”.
Además ha abordado la evolución del barrio, que se fue forjando junto a Los Patojos y gracias a iniciativas urbanísticas de José Díaz “El Leva” y Marín Garre, que compraron los terrenos para levantar el barrio. “Eran los años sesenta. Cartagena crecía y muchos obreros llegaron desde la región y fuera de ella buscando trabajo y un lugar donde vivir”.
Fueron los propios vecinos, ha dicho en su pregón la alcaldesa, los que pusieron remedio a la falta de espacios comunes en el barrio, construyendo la Iglesia, y sobre el actual nombre del barrio, ha contado que se decidió entre tres propuestas: Casas del Leva, Barrio de la Cruz y San José Obrero, y que triunfó esta última, según las malas lenguas, porque era el único que garantizaba fiesta. “Decidisteis que lo mejor era asegurarse un santo con festivo para que hubiera celebraciones”, ha dicho Arroyo.
La alcaldesa ha destacado que pese al paso del tiempo y la pérdida de tradiciones que ha sufrido nuestra actual sociedad, en San José Obrero “no se ha perdido el hábito de la buena vecindad, de la convivencia y de la amistad entre vecinos, y eso merece una fiesta”, ha dicho.
“Una fiesta para celebrar la amistad, para quitarse de la cabeza los meses más duros de las crisis pasadas, y para no pensar tampoco en los dolores de cabeza por culpa de las crisis futuras. San José Obrero merece una fiesta para descansar del trabajo y cargar las pilas, y esas son las fiestas que os deseo de corazón”, ha concluido la alcaldesa.