Sostenibilidad desde múltiples perspectivas. Investigadores agrónomos de la UPCT han comenzado un ensayo para producir hortalizas en sistemas hidropónicos, sin suelo, utilizando compost procedentes de residuos de la industria agroalimentaria y el agua y los nutrientes drenados en el cultivo principal para lograr una segunda producción hortícola, ambas destinadas a una distribución local empleando envases biodegradables.
El proyecto Irruption (Agricultura urbana innovadora para una producción sostenible, PID2020-114410RB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación y liderado por Juan Antonio Fernández y Jesús Ochoa, ha captado también el interés de investigadores extranjeros, posibilitando a la UPCT atraer talento internacional en las convocatorias de ayudas María Zambrano y Margarita Salas.
Los investigadores están cultivando rúcula en un invernadero automatizado para regular temperatura, radiación y humedad y están comparando la producción en sustrato convencional con la conseguida con un compost procedente de excedentes agroindustriales, utilizándolos como alternativa a la turba. “Recuperamos el drenaje de la solución nutritiva que no aprovecha la rúcula y lo canalizamos hacía unos depósitos para producir, en un sistema de bandejas flotantes, especies resistentes a la salinidad como el hinojo y la salicornia”, explica el catedrático Juan Antonio Fernández.
“Estas especies crecen de forma natural en la costa por su tolerancia a aguas con alta conductividad y también trabajamos con ellas en la Universidad de Bari”, cuenta el profesor Angelo Signore, añadiendo que tanto el hinojo como la salicornia producidos en este ensayo se ofrecerán a los restaurantes del entorno por su valor culinario como complemento a los platos de pescado.
Signore colabora desde hace años con el grupo de Hortofloricultura Mediterránea que lidera Fernández y ya en 2002 realizó una estancia en la UPCT durante su doctorado. Ahora cuenta con un contrato María Zambrano de atracción del talento internacional para investigar en la Politécnica de Cartagena durante los dos próximos años.
El proyecto también ha posibilitado la llegada a la UPCT de otro investigador extranjero, Víctor Manuel Gallegos, procedente de la Universidad de Almería, que ha conseguido un contrato Margarita Salas para jóvenes doctores. “Para un control más preciso del cultivo utilizamos sensores de humedad, radiación y temperatura y sistemas de automatización de las ventanas cenitales y las pantallas térmicas del invernadero”, explica sobre el equipamiento instalado en la Estación Agroalimentaria Experimental Tomás Ferro de la Escuela de Agrónomos.
“Los resultados nos permitirán conocer cómo los sistemas de cultivo de ciclo cerrado sin suelo, utilizando compost como medio de cultivo, contribuyen a una reducción considerable del consumo de fertilizantes y agua, conduciendo a una economía circular. Además, ayudaremos a revertir la pérdida de biodiversidad, incentivando el consumo de productos alimenticios de la dieta mediterránea tradicional con nuevo valor añadido. También seleccionaremos envases compostables y biodegradables para nuestros productos”, resumen los investigadores.