La iglesia de Santa María de Gracia ha acogido este sábado el tradicional acto por el que el Ayuntamiento de Cartagena cumple con su secular promesa de realizar todos los años una ofrenda a los Cuatro Santos y a la Virgen del Rosell, en acción de gracias por su milagrosa intervención durante la conocida Borrasca de Santa Catalina del 24 de noviembre de 1694.
Presidida por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, a la eucaristía ha asistido la alcaldesa, Noelia Arroyo, acompañada por otros miembros de la corporación municipal.
La ofrenda conmemorativa la ha realizado la alcaldesa, que ha vuelto a pedir el amparo de la Virgen y la protección de los santos cartageneros para salir de la pandemia. “Venimos para seguir rogando vuestro amparo en tiempos en que otras catástrofes han amenazado la salud y los tesoros naturales de los cartageneros. Os pedimos que nos iluminéis para administrar con justicia los intereses de vuestro pueblo y que nos ayudéis a proteger, como vosotros hicisteis, a los cartageneros que más lo necesitan”.
La tradición de este voto se remonta a la noche del 24 de noviembre de 1694, día de Santa Catalina, en que una borrasca azotó a la ciudad y estuvo a punto de arrasarla. Milagrosamente no fue así y se atribuyó su salvación a las plegarias que los cartageneros dirigieron a los Cuatro Santos y a la Virgen del Rosell.
La Corporación decidió realizar todos los años un acto de agradecimiento a los Cuatro Santos y a la Virgen del Rosell, que se ha venido celebrando desde entonces, primero en la Catedral antigua y más tarde, en Santa María de Gracia, de forma ininterrumpida y, desde hace unos años, se enmarca en la celebración de la Virgen del Rosell.
Al terminar la misa, se celebra una ofrenda floral con una representación reducida de los organismos, entidades y asociaciones de la ciudad a la Virgen del Rosell.