Apasionado de los barcos desde que tiene recuerdo, Juan José Vilarroya Gilbert (Barcelona, 1999) ha concluido su Trabajo Final de Grado en Arquitectura Naval e Ingeniería de Sistemas Marinos en la UPCT diseñando un yate catamarán de lujo con propulsión eléctrica para minimizar su impacto medioambiental.
Eslora de 37 metros, manga de 10, calado de 1,7, puntal de 49 metros y desplazamiento de 128 toneladas dimensionan el diseño del ahora alumno del Máster en Ingeniería Naval de la Politécnica de Cartagena. Construido en composite, tendría un coste aproximado de 22 millones de euros y alcanzaría una velocidad máxima a motor de 12 nudos.
Doce pasajeros podrían disfrutar del confort de este gran yate, que minimiza las emisiones contaminantes gracias a sus baterías recargables con paneles fotovoltaicos y con hidrogeneradores ‘saildrive’ durante la navegación a vela, ya que permiten invertir su principio de funcionamiento de motor propulsor a hidrogenerador. “El diseño del catamarán también incrementa su eficiencia energética al oponer menor resistencia al agua”, añade el arquitecto naval por la UPCT.
El TFG, dirigido por Gregorio Munuera, ha optimizado y aumentado la escala de los actuales yates que utilizan energías renovables para propulsarse, un nuevo y en auge segmento de buques.
“Siempre me gustó hacer barcos”, explica el alumno de la Politécnica, que desde niño fabricaba maquetas de buques con cajas de cereales y diseñaba embarcaciones sin partir de modelos previos. “Mi primer recuerdo de Barcelona es en el puerto y ya entonces me fascinaban los barcos”, rememora.
A pesar de vivir en Jaén, Juan José Vilarroya no dudó en venir a Cartagena para convertirse en ingeniero naval. “Me dijeron que la de la UPCT es la mejor Escuela de Navales”, señala.