Uno de los grandes asuntos pendientes del Gobierno local es la situación de nuestros barrios y diputaciones, desatendidos y en una peligrosa dinámica de decadencia que afectan al día a día de los vecinos. Encontramos una rápida razón en el análisis numérico de la inversión realizada durante el pasado año en sus calles, caminos o vías.
Así, la concejal de MC Cartagena, Isabel García, ha denunciado que los datos "revelan el ridículo gasto efectuado (entre el 20% y el 30%, aunque en algunos casos este porcentaje es del 1% o incluso del 0%) por los concejales de distrito", y los "bajísimos porcentajes de ejecución presupuestaria en las Juntas Vecinales. Solo dos superan por poco el 50%, mientras que la mayoría de ellas no llegan ni al 30% ni al 40%".
Llamativos son casos de Los Dolores (27%), Llano del Beal (22%), Isla Plana La Azohía (28%) o El Algar y La Palma (30%).
En este sentido, los indicios, además de quejas recabadas por este Grupo municipal de un destacado número de pequeñas empresas que trabajan con juntas vecinales, llevan a sospechar que "existen numerosas facturas en los cajones, pendientes de registrar en el Ayuntamiento". Sobre este particular, MC Cartagena ya ha solicitado información. "Veremos qué consecuencias tiene y si los proveedores pueden cobrar algún día", ha apuntado García.
Facturas sin pagar y empresas con un futuro comprometido
A continuación, el portavoz de los cartageneristas, José López, ha profundizado en una cuestión conocida a través de "muchos pequeños empresarios que han trabajado con juntas vecinales, que han entrado en la plataforma de pago de facturas y no las encuentran". La razón más lógica induce a pensar que "no han sido registradas, por lo que estarían guardadas en un cajón. A 31 de diciembre no estaban contabilizadas y los proveedores siguen sin cobrar", ha subrayado.
Para finalizar, el dirigente de MC ha señalado que la circunstancia descrita tiene un claro perjudicado, el pequeño empresario y una posible consecuencia, "la quiebra de esas empresas, que llevan meses sin trabajar y que lo poco que pueden hacer es a bajo coste para el Ayuntamiento, pensando que van a pagar en tiempo y forma. Los abocan al cierre y a la destrucción de empleo".