Los alumnos del CEIP San Isidoro han estado trabajando este mes, con motivo del día mundial del teatro, la figura del actor Isidoro Máiquez, del que ahora se celebra el bicentenario de su muerte.
El trabajo ha consistido en investigar sobre la vida de este precursor del teatro moderno, que nació en Cartagena, hijo de padre aficionado a la escena y que a los 20 años dejó su tierra y marchó por los teatros de España hasta que triunfó en las tablas de Madrid, convirtiéndose en un verdadero rey de la escena, que revolucionó la manera de interpretar (mucho más naturalista) y el funcionamiento de los teatros y que, además, dignifico el oficio de actor y modernizó las representaciones, tal como hoy las conocemos (incluyendo la numeración de entradas y butacas, la realización de carteles anunciadores, el silencio y oscuridad en el público, etc.)
Todo esto lo han aprendido los alumnos de El Algar, realizando fichas, dibujando y coloreando escenas teatrales, viendo maquetas de cómo era un teatro antiguo y cómo es un teatro moderno por dentro, y acercándose a la figura del ilustre cartagenero de fama inmortal, cuyo monumento contemplamos en la Plaza de San Francisco y cuyo retrato nos dejó para la posteridad su amigo el pintor Goya.
En estos días de recoger información en la biografía "Máiquez, el actor maldito" de Manuel Ponce, en la exposición "Máiquez, el sueño y la sombra" que podemos ver en el Palacio Consistorial de Cartagena y también en internet, los chavales han descubierto, para su sorpresa, que en el pueblo de El Algar ya había una calle dedicada a Isidoro, no al santo cartagenero que da nombre a su colegio, sino al propio actor Máiquez. Los niños se desplazaron al lugar, pero comprobaron que no existía ningún rótulo que así lo certificase, así que, animados por la directora Olga Catasús, han suplido la falta realizando a mano un cartel, con el escudo del municipio incluido, en el que ahora si se puede leer "Calle Isidoro Máiquez".
Sin duda ahora, doscientos años después, el gran actor será un poco más conocido en esta diputación cartagenera que tanto ama el teatro y que se enorgullece de su antiguo Teatro Apolo, que hoy día luce esplendoroso tras la restauración de hace unos años. Los niños del colegio San Isidoro tampoco olvidarán nunca que hay otro Isidoro que fue un genio de la escena y al que ellos sacaron del olvido en su pueblo.
Javier Lorente (Comisión Bicentenario de Isidoro Máiquez)