"El PP ya ha dado muestras de su autoritarismo en otras juntas como La Palma y El Albujón"
En el día de ayer se celebró Pleno ordinario de la Junta Vecinal de La Aljorra en el que MC estuvo representado por sus vocales José Miguel Méndez, Esther Guzmán y Francisco Rodríguez. Durante el mismo tuvo lugar una nueva muestra del caciquismo del PP, tras dar por concluido el Pleno presidente de esta Junta, Antonio Conesa, apenas una hora después de su inicio, tras únicamente aprobar un acta anterior y el presupuesto para obras y mantenimiento en la diputación.
No contento con convocar de forma irregular el Pleno, sin respetar la normativa, algo reconocido por el mismo presidente, ya que la convocatoria llegó el pasado jueves sin respetar el plazo de siete días de antelación que marca el artículo 37 del Reglamento de Participación Ciudadana, Conesa también evitó que se debatieran las mociones presentadas por MC.
Así, censuró las propuestas de MC para que se respete el Reglamento en la convocatoria de los plenos, para que se repruebe al Gobierno local por no respetar el acuerdo unánime de la Junta Vecinal de La Aljorra en el Pleno extraordinario sobre contaminación, para que se impulse la creación de un Centro de Día, mejorar los accesos al Colegio Aljorra o invertir en los servicios públicos de la diputación.
A pesar de las trabas de la presidencia del PP, los representantes de MC en La Aljorra presentaron estas iniciativas al objeto de mejorar la calidad de vida y los servicios que demandan y merecen los aljorreños.
El caciquismo de los populares en La Aljorra ya se ha convertido en táctica habitual en las juntas vecinales. Cabe recordar que, en el último Pleno de La Palma, el presidente, también del PP, trató de evitar (sin éxito) que una vocal de MC leyera sus mociones fundamentando las mismas, mientras que en El Albujón impidieron que se leyeran las preguntas dirigidas a la presidencia de esta Junta.
En definitiva, esto es lo que trae el PP, caciquismo, autoritarismo, desprecio a las necesidades y preocupaciones de los vecinos y censura a la libre participación de los legítimos representantes vecinales. Todo con un objetivo: evitar que quede al descubierto que, a su ausencia de valores democráticos, hay que sumarle ineptitud e incapacidad, algo muy alarmante para quienes tienes la responsabilidad de velar por el interés general.