Esta mañana, durante el Pleno ordinario del mes de noviembre, el Gobierno local ha vuelto a ofrecer un alarde de las señas de identidad que han definido en este primer año y medio de legislatura. Priorización de los intereses personales ante el bien común, descarado servilismo con sus superiores jerárquicos de Murcia y traición a los cartageneros que han depositado su confianza en ellos.
En primer lugar, la alianza de populares, tránsfugas y los ‘disciplinados’ concejales de C’s ha evitado que fructificara la enmienda presentada por MC Cartagena para modificar las retribuciones de todos los órganos de Gobierno, personal de confianza y concejales de la Corporación para el ejercicio 2021, reduciendo éstas un 10%.
El objetivo de la propuesta cartagenerista era que ese dinero se destinara a paliar los efectos de la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19, un argumento que para el Gobierno no ha tenido suficiente peso.
De esta forma, en plena pandemia y con un municipio cada vez más deprimido por los efectos de la misma y de la inoperancia de su Gobierno, los quince concejales del Ejecutivo local vetan destinar parte de sus ya generosos sueldos a reconstruir el tejido social de un municipio doblemente maltratado; por las administraciones superiores pero también por la más cercana.
Evitan reprobar a Revenga, el estandarte del anticartagenerismo desde San Esteban
La bajeza del Gobierno de Cartagena no acabó aquí, sin embargo. Y es que a su demostrado hedonismo le han añadido la dosis de servilismo a los que nos han acostumbrado. Así, los quince votos del Ejecutivo local han evitado que el Pleno municipal repruebe al consejero de Fomento, José Ramón Díez de Revenga, quien hace pocas semanas evidenciaba su enfado con las ayudas estatales que llegarán para el desarrollo de los submarinos S-80 que Navantia está fabricando en su astillero de Cartagena.
Una vez más, y sumándose a la retahíla de faltas de respeto que el representante de la CARM viene dedicando a Cartagena y sus habitantes, Revenga se vio traicionado por su libertad de expresión e incontinencia verbal manifestando su contrariedad por el respaldo que Madrid ofrece para un proyecto que supone el mayor proyecto español de I+D+i y que, a su pesar, no se lleva a cabo en Murcia, pero que supone casi diez mil puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante los próximos cinco años.
Refrendo a comportamientos tránsfugas
El Pleno ha continuado con la moción defendida por el portavoz adjunto de MC Cartagena, Jesús Giménez, y el voto en contra de los concejales de Gobierno, quienes se han negado a rechazar el “transfuguismo como forma de corrupción política”. La iniciativa de MC se forjó al amparo de la reciente reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo, en la que se acordó una III Adenda, a la que se han adherido ya once formaciones políticas.
No ha saltado la sorpresa y el Gobierno de Cartagena ha continuado siendo fiel a sí mismo, unos por acción y otros por consentidores, dando continuidad a lo sucedido el 15 de junio de 2019, cuando los seis concejales ex socialistas y el viejo PP, ahora con Arroyo, se aliaron para traicionar a sus votantes y ‘okupar’ unos cargos y responsabilidad que han revelado su incapacidad y vileza.