Es realmente lamentable el nivel de bajeza discursiva que ha entrado de manera legítima y democrática en nuestro Congreso de los Diputados. Como colectivo apoyamos la sensatez de los partidos políticos que están apoyando la gestión de esta crisis sanitaria, sin zancadillas, manipulaciones, bulos, mentiras, ni esa innoble tendencia a sacar réditos políticos ante cualquier situación y sin ningún tipo de pudor o escrúpulos.
Nuestra asociación, desde el mismo 14 de marzo que se decretó el estado de alarma, ha mantenido una actitud de colaboración ciudadana dejando a un lado nuestras propias reivindicaciones y buscando el modo de aportar ayuda a las personas LGTBI. Pero lo que hoy hemos escuchado en el Congreso de los Diputados no puede dejarnos indiferentes ni callados. No podemos permitir que un diputado de VOX frivolice con la homofobia como lo ha hecho en el día de hoy, afirmando que la izquierda política de este país odia a los homosexuales, sin decirles alto y claro que son la falsedad y la hipocresía elevada al infinito.
Señores y señoras diputadas de VOX, y sus votantes, en su boca la palabra "odio" cuando hablan de homosexualidad, lesbianismo, bisexualidad o transexualidad, les sale de color verde y de masa viscosa putrefacta. Ustedes, con esas declaraciones surrealistas, ponen de manifiesto una ignorancia tan lastimosa como peligrosa, ocupando los sillones que ocupan. En un bar de pueblo de la España profunda de otros tiempos estarían en su salsa, en el siglo XXI sus palabras solo demuestran que sus discursos provienen de una mente rancia y malísimamente informada.
La cultura LGTBIfóbica ha estado hasta finales del siglo XX extendida por el mundo entero. Cualquier líder, cualquier pensador reconocido, cualquier religión o corriente política estaba embadurnada de LGTBIfobia, de odio y rechazo a cualquier orientación sexual o de género que no fuera la heteronormativa. Y ustedes, sí, USTEDES, han sido abanderados de ese odio, ustedes lo han llevado y lo llevan al extremo.
Cuando España comprendió la injusticia que se ejercía sobre las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales o trans, fue la iniciativa y voluntad de las fuerzas de izquierdas las que impulsaron el cambio hacia una sociedad respetuosa hacia la comunidad LGTBI, mientras el partido matriz del que han nacido se manifestaba en contra. Fue la ley de matrimonio igualitario lo que nos aportó dignidad y derechos, esa ley contra la que ustedes se manifestaron cuando pertenecían al PP o a cualquier otro partido fascista a la derecha del PP. Esa ley que llevaron al Tribunal Constitucional para que fuera retirada. Esa Ley, que aún hoy en día, ustedes menosprecian con una agresividad ética y moral que a nosotras nos asquea.
¡Basta ya! Basta de tanta basura mental, de tanta miseria humana, de tanta cutrez política. Que ustedes son la LGTBIfobia que se niega a dejar de existir es un hecho que han demostrado en todas las comunidades autónomas donde han conseguido unos pocos escaños que han vendido con la intención de tumbar leyes de igualdad y de derechos de las personas LGTBI. Que ustedes no sienten pudor cuando hablan de "matrimonio natural" negando la naturalidad del matrimonio igualitario, es una verdad que han lanzado sus representantes sin la más mínima vergüenza. Que ustedes han chantajeado a sus socios, PP y Ciudadanos, para no aplicar las leyes que contemplan la educación en diversidad es una realidad que los colectivos LGTBI sufrimos tratando de que la Escuela Pública sea una vía de reeducación en valores de igualdad, respeto y tolerancia y una herramienta de inclusión y de crecimiento como sociedades. Ustedes quieren frenar el avance en respeto a la diversidad y su normalización como si del fin del mundo se tratara.
Nos da vergüenza como ciudadanos y ciudadanas españoles que ustedes ocupen sillones en nuestro Congreso de los Diputados, lanzando esos discursos tan llenos de hipocresía, falsedades, ignorancia y desprecio a la verdad.