El colectivo medioambiental CREECT quiere aclarar que continúa, tal y como el primer día, comprometido con la naturaleza de nuestro entorno así como con la ciudadanía de Cartagena y Comarca en la restauración de sus parajes, el fomento de la concienciación y la puesta en valor de su biodiversidad. Y es en esa labor en la que volcamos nuestro tiempo libre y esfuerzo de una manera voluntaria sin cejar ni una semana, ni un sábado o domingo desde que el colectivo adoptó su compromiso con el propio Ayuntamiento de Cartagena y el resto de componentes de la Mesa para la Reforestación. Mesa propuesta por este propio grupo ecologista creada el 6 de febrero de 2017 previa aprobación en pleno. Un compromiso que nos llevó a iniciar, con el apoyo del ayuntamiento, el mismo día 3 de diciembre de 2017 la restauración medioambiental de la ladera de poniente de la histórica colina del Cerro de los Moros. Un proyecto de unas dimensiones considerables que ha absorbido el 100 % de nuestros esfuerzos humanos y económicos durantes estos tres últimos años, y que pese a mil y un inconvenientes, incumplimientos de ciertos compromisos, vandalismo, abandono, carencia de medios,..jamás ha conseguido empapar de desánimo a ninguno de los integrantes de este equipo de personas. Todo este esfuerzo del que les hablamos se ha hecho desde la más excelsa consideración y rigor científico, sin grandilocuencias y con la máxima transparencia a través de nuestras redes donde semana tras semana hemos estado transmitiendo nuestras acciones con los miles de seguidores de nuestros canales de redes sociales.
Durante estos tres años perdimos parte de la plantación por falta de riegos comprometidos, por el daño de ciertos desalmados que arrancaron cientos de árboles ya crecidos. La sequía, nuestros crueles veranos y los desprendimientos también hicieron de las suyas...pero repito, nada de todo esto pudo pararnos los pies. En nuestro afán por cumplir volvimos a tocar la puerta de empresas como Repsol con el fin de financiarnos. Regamos con garrafones en pleno mes de agosto, volvimos a convocar a la sociedad, a recoger más semillas y adquirir más plantones. Aprendimos de la nada a instalar bombas y mangueras de riego, a esconder los plantones de los vándalos, a convivir y empatizar con las gentes de un barrio complicado, a aprender de los errores y como no, a disfrutar de lo que hacemos en sintonía con la naturaleza y la gente del barrio. A disfrutar con nuestra naturaleza y ciudad de la mano de las miles de experiencias que nos ha brindado la propia ciudadanía.
A la larga todo ello ha dado fruto convirtiendo lo que era una escombrera, un basurero que contaba por toneladas su miseria en un vergel pleno de vida.
En la ladera del cerro hemos plantado durante estas tres temporadas cerca de 4000 plantones de los que sobreviven al menos 2.500 especímenes de más de 80 especies diferentes de planta autóctona; desde endemismos coma las Cistus Heterophyllus/Jaras de Cartagena hasta Enebros. Desde Limonium Caesium hasta Arbutus Unedo más conocidos como madroños.Hemos recibido menciones desde Europa como ejemplo de acción de innovación social, formamos parte desde este pasado invierno de la Red de Corredores de Polinizadores siendo el primer enclave urbano de la ciudad en este sentido. Si no nos llega a frenar el Covid hubiésemos celebrado allí mismo el Día del Árbol este pasado marzo con el Colegio Miralmonte e instalado los hoteles para polinizadores que en clase de tecnología se comprometieron a desarrollar sus propios alumnos. O construyendo con el colectivo ISOL y la ADLE un muro de pedriza típico de nuestra etnografía con los tipismos y materiales de la zona, un muro situado en la entrada del cerro de cerca de 80 m de largo que en breve mejorará el emplazamiento. Esto y mucho más ha sucedido, sucede y sucederá en el Cerro. Nada que ver con la "nada a efectos prácticos" que pudimos leer ayer en un medio de la ciudad.
A día de hoy podemos decir casi con toda seguridad algo que creo es lo que más nos enorgullece a los integrantes de este colectivo; el Cerro de los Moros es el espacio ambiental restaurado con mayor concentración de biodiversidad por metro cuadrado de toda la comarca, quien sabe si de toda la región. Y por si fuera poco, no solo será en unos años un precioso lugar de observación e interpretación, de esparcimiento y disfrute de nuestra rica flora sino que anclará toneladas de C02 en una ciudad que necesita revegetar su entorno y regenerar su aire.
Y todo gracias a la inconmensurable ayuda de los más de 1000 voluntarios de todas las edades y naturaleza; scouts, colegios, vecinos, colectivos, clubes deportivos,...que fin de semana tras fin de semana nos han llevado en volandas durante estas tres temporadas ya fuera portando garrafas de agua en los peores momentos como ayudándonos a desenrollar los miles de metros de manguera extendidos por el cerro durante la instalación del riego por goteo.
Por todo ello, por respeto al colectivo, al esfuerzo y a las miles de personas voluntarias que por allí han pasado, comunicarle a quien vaya a escribir noticia alguna sobre el Cerro de los Moros y su progresión durante estos últimos años que quedamos a su entera disposición los 365 días del año para aportarles los datos necesarios con los que al menos contrastar la información mostrando a la ciudadanía un mensaje certero y cercano a la realidad y alcance del proyecto, mensaje que por desgracia ayer quedó demasiado lejos de esta actualidad.
Para finalizar, apuntar, que tal y como nos ha comunicado el actual gobierno local en la última convocatorias de la mesa de la reforestación, aceptamos con entusiasmo el compromiso de seguir apoyando en la restauración de este enclave a futuro así como cualquier otro que se incluya dentro de nuestras posibilidades quedando el colectivo, tal y como el primer día , al servicio de su Ayuntamiento y ciudadanía.