"Lluvia de miles de euros que han quedado en nada. Con los primeros pasos de la anterior legislatura, el Gobierno regional del Partido Popular anunció hasta 200.000 euros para la restauración de molinos de vientos. Entre las principales iniciativas, destacaba la elaboración de un plan director que estableciera las condiciones generales y particulares de conservación y puesta en valor de estos edificios y sus paisajes asociados. Pasaron los años con falsas promesas, una detrás de otra, cuando poco antes de las pasadas elecciones autonómicas, la Consejería de Turismo y Cultura anunciaba que en un mes la adjudicación del estudio de rehabilitación de las emblemáticas construcciones del Campo de Cartagena sería una realidad. Adelantaba que el presupuesto de licitación ascendía a 96.800 euros y había tres ofertas sobre la mesa. Hace ya un año de tan buenas nuevas y nadas más se supo al respecto.
En el culmen de la desfachatez, los políticos regionales adulaban también los oídos de los electores a tres meses de los comicios con históricas líneas de subvenciones de hasta 500.000 euros para ayuntamientos y entidades locales con finalidad expresa para la recuperación de estos edificios de contrastado interés etnográfico, todos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC).
Una de las máximas responsables de esta tomadura de pelo ha llegado a la vice-alcaldía de Cartagena tras las pasadas elecciones municipales: Noelia Arroyo. En su etapa de consejera de Cultura firmó un convenio con la Universidad Politécnica de Cartagena para el asesoramiento técnico de este plan director del que nunca más se supo. Incluso pregonaba la puesta en marcha de ayudas económicas a propietarios que financiarían una parte de la obra de cada molino. Más tarde, y ya como consejera de Transparencia y Portavocía, informó hace dos veranos de que la licitación del concurso del plan director tendría lugar en breve. Una celeridad que no tendría un pase ante un polígrafo, tan en boga hoy en día en las televisiones que lideran la audiencia.
El secretario general del Partido Cantonal, Celestino García Alfaro, señala que más allá de la sarta de embustes provenientes de las diferentes administraciones públicas sobre la puesta en valor de estos edificios singulares, la clave de una restauración con éxito reside en tener claro su nuevo uso adaptado a los nuevos tiempos. Entre ellos, el líder del PCAN destaca su reutilización como centros de interpretación de la diversidad de flora y fauna del Campo de Cartagena, establecimientos de venta de productos típicos como quesos, vino o artesanía e incluso microespacios culturales de los pueblos de los que forman parte."