La Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSAM) ha centrado su atención en el patrimonio de fortificaciones militares de Cartagena, atraída por su gran potencial y extraordinaria diversidad. Un equipo de tres catedráticos dirigidos por Alfonso Muñoz Cosme, profesor titular de aquella Escuela ha realizado durante los días 23 y 24 de enero un reconocimiento previo de los castillos de Galeras, Atalaya y San Julián, donde los alumnos de esta escuela de arquitectura deberán centrar sus proyectos didácticos de restauración, rehabilitación o reutilización.
Para ello, unos 100 alumnos de la ETSAM visitarán durante el mes de marzo estas tres fortificaciones y realizarán los correspondientes trabajos de campo. La visita estaba siendo coordinada desde el mes de octubre por AFORCA, veterana asociación de defensa de este patrimonio, quien ha acompañado a los profesores mostrándoles las diversas partes, elementos y misiones de las fortificaciones y les ha facilitado información topográfica, histórica y planimétrica.
Ha contado además con el apoyo de la UPCT y la aprobación del Ayuntamiento de Cartagena y de su área de Patrimonio Histórico Artístico, Proyectos Estratégicos y Cultura, y del almirante jefe del Arsenal de Cartagena, como titulares de parte de estas construcciones.
La visita ha sido muy provechosa, expresando los tres profesores su agradecimiento y su sorpresa que ha sobrepasado todas sus expectativas por las grandes posibilidades y la "gran fuerza constructiva y arquitectónica" de estas tres fortificaciones.
Sin duda, nuestro patrimonio de fortificaciones militares está llamando poderosamente la atención fuera de Cartagena erigiéndose en un “filón” para estudiosos y alumnos que realizan sus proyectos fin de grado sobre este patrimonio, y a los que AFORCA lleva años ayudando con información y documentación.
Esto nos debería servir para recordar, una vez más, el estado de abandono y deterioro en que se encuentra gran parte de él y la imperiosa necesidad de que las instituciones involucradas trabajen decididamente por su recuperación como un excepcional patrimonio por su cantidad, calidad y singularidad, y sin el cual Cartagena no podría aspirar a conseguir su declaración como Patrimonio de la Humanidad.