El Ayuntamiento de Cartagena, destinará espacios del actual centro de salud de San Antón, una vez éste se traslade a su nueva ubicación, a ampliar las instalaciones de la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer (AFAL).
Así lo ha anunciado la vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, en la firma del convenio de la CARM con AFAL, que se ha tenido lugar este miércoles en el Palacio de Aguirre y en la que también han estado presentes el consejero de Salud, Manuel Villegas y el gerente de AFAL, Raúl Nieto.
Noelia Arroyo ha asegurado que "actualmente la asociación atiende a 250 personas a pesar de la falta de espacio, otro de los retos, por lo que el gobierno municipal ya está trabajando para agilizar los trámites administrativos y que las instalaciones del actual centro de salud de San Antón, cuando éste se traslade, puedan adaptarse y destinarse a las necesidades de AFAL".
Se estima que en Cartagena hay más 3.500 personas que padecen esta enfermedad y solo durante el pasado año, en la Unidad de Demencia del Hospital General Universitario Santa María del Rosell y del Hospital General Universitario Santa Lucía, se atendieron a a 190 pacientes con el diagnóstico de alzheimer.
Para dar una mejor comunicación con los pacientes de Alzheimer, la Comunidad Autónoma ha firmando un convenio de colaboración con la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer.
El consejero de Salud, Manuel Villegas, ha destacado que "el personal de trabajo de los centros de salud de la región, como neurólogos, psicólogos y logopedas, van a estar a disposición de AFAL para dar formación y charlas, además de que informarán de la existencia de la asociación a las personas diagnosticadas de alzheimer y a sus familias". Además, ha resaltado el "esfuerzo fundamental de asociaciones como AFAL como apoyo a la sanidad en el asesoramiento tanto al paciente como a la familia".
Desde AFAL, que lleva trabajando 25 años en la comarca de Cartagena, el gerente de la asociación, Raúl Nieto, ha agradecido que con este convenio se de "un paso más para iniciar la comunicación que debe ser transversal en el proceso de envejecimiento como es familia, investigación y sanidad, porque hay que estar preparados".