Con una asistencia de público que ha llenado la práctica totalidad de los actos programados, se cerró este sábado la cuarta edición del Festival poético DESLINDE de Cartagena, que organiza la Concejalía de Cultura, el único festival poético de la Región, convertido ya en referente, y que nació alrededor del Premio Internacional de Poesía Antonio Oliver Belmás, que lleva convocando la Universidad Popular de Cartagena desde 1986.
En el balance de este año hay que destacar la gran acogida de actos destacados del mismo, como han sido los realizados alrededor del poeta portugués Nuno Júdice, invitado internacional de esta edición. También ha tenido un protagonismo especial la figura de Carmen Conde, de la que se cumple este año el 40 aniversario de su ingreso como primera mujer en la Academia de la Lengua.
Un éxito fue también el concierto del cantautor Luis Pastor, que llenó el salón de actos del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy con sus "Canciones y memorias", un repaso a los cincuenta años de vida profesional del cantante y poeta extremeño-vallecano.
Llenos estuvieron también los actos de la poeta y cantante de fados Verónica Aranda y el duelo trovero de recreación de la histórica velada entre Marín y el Minero, celebrada en Pormán en 1913, que contó con los miembros de la Asociación Trovera José María Marín y la colaboración de la asociación Memoria Histórica de Cartagena. También fue muy bien acogido el concierto-recital de las poetas de la generación Beat (Female Beatness) a partir del libro publicado por Isabel Catelao y Natalia Carbajosa.
Por el festival desfilaron también Jorge Riechamnn, Alberto Chessa, Miguel Angel Arcas y José Daniel Espejo, que presentaron todos ellos sus últimos trabajos publicados. Y han realizado actos de distinto tipo Katy Parra e Inma Pelegrín (Duelo Poético) o Diego Sánchez Aguilar (Poetas a la Cárcel). También ha estado presente Jaime Gil de Biedma en su noventa aniversario (con actos de Laura Peñafiel en centros educativos). Y se ha presentado la nueva editorial cartagenera "La Estética del fracaso", y el número tres de la revista "El vuelo de Flamenco", que se hace desde Santa Lucía, barrio invitado este año al festival.