Imagen turística pésima. La gran cantidad de visitantes a la costa cartagenera, en una Semana Santa con temperaturas casi veraniegas en mitad de abril, encontrarán que la consulta del médico de familia en Playa Honda tiene lugar por cuarto año consecutivo en una instalación prefabricada de similares condiciones a las utilizadas en los colegios con falta de aulas y tan criticadas por los padres de alumnos.
La clausura del anterior consultorio de Playa Honda por un embargo a principios de 2016 llevó al Ayuntamiento a la ubicación de una caseta de obra en la contigua localidad de Playa Paraíso donde los facultativos atendieran a los pacientes. Tanto el entonces director gerente del Servicio Murciano de Salud, Francisco Agulló, como el anterior alcalde de Cartagena, José López, coincidieron en que era una medida provisional hasta la solución de los problemas de impago del bajo donde recibían atención médica los residentes. El que fuera concejal de Sanidad, Francisco Calderón, también de MC como el exprimer edil, prometió incluso la adquisición del inmueble embargado y su ampliación con el fin de que el nuevo consultorio multiplicara por siete su superficie y pasara de 60 a 400 metros cuadrados. Compromisos que cayeron en saco roto con el uso normalizado del barracón entre los vecinos tanto tiempo después.
Cerca de seiscientos cartageneros empadronados de los núcleos poblacionales de Playa Honda, Playa Paraíso y Villas Caravaning, en su mayoría de avanzada edad, utilizan estas instalaciones provisionales durante todo el año. Durante las vacaciones de Semana Santa y verano, esta unidad prefabricada multiplica por cuatro su presión asistencial con la llegada de 2.000 personas con otro domicilio habitual y que presentan en regla sus cartillas de desplazado. Muchos de los que tienen segunda residencia en esta privilegiada zona de la ribera sur del Mar Menor viven en el caso urbano de Cartagena y, ante las noticias de una caseta de obra como improvisada consulta con el médico, piden cita en sus habituales centros de salud de la ciudad y hacen a disgusto treinta kilómetros de carretera ante cualquier problema de índole sanitaria.
El candidato a alcalde y secretario general del Partido Cantonal, Celestino García Alfaro, lamenta una vez más que la salud carezca de prioridad tanto para el Gobierno municipal como regional. "Por muy limpio y acondicionado que se encuentre, los vecinos no deben recibir tratamiento médico en una barraca prefabricada. Siempre pasa lo mismo: rápidos anuncios de una solución inmediata hasta que la medida temporal se hace permanente. No es de recibo", muestra su disconformidad el máximo dirigente del PCAN.