Ya en 2016, el grupo municipal Ctssp se puso en contacto con vecinos y vecinas que viven cerca del Parque Torres, que le trasladaron la penosa situación en la que se encontraba la zona. El abandono y dejadez de los sucesivos gobiernos se hacía ya patente, tanto en las infraestructuras como en los animales que allí habitaban.
Los problemas, lejos de solucionarse, se han ido agravando en estos años. Barandillas rotas, falta de vallas, huecos sin protección, peligro de caídas desde distinta altura, maltrato animal, abandono de Vigilancia Municipal, botelleo, pintadas, insalubridad por falta de limpieza, heces de perros, farolas y bancos rotos, incumplimiento de normas de la UNE en zonas de juegos infantiles, arbolado con peligro de caída por su declinación, peligro de desprendimiento de áridos y pedrizas, o especies de plantas catalogadas como invasoras, muestran el estado actual del parque. El mismo que hace 3 años, pero aún más deteriorado.
Los alrededores y accesos también se han visto degradados, y tal como redacta La Verdad estos días en un reportaje: esta zona, que antes era un lugar emblemático del municipio, "ahora se encuentra en completa ruina".
Sólo queda una casa que apenas se mantiene de las decenas que había. La calle Faquineto cerrada, el restaurante se cae a trozos, las laderas y accesos llenas de malezas, peligrosas por las pendientes y escombros, basuras del botellero, etc..