El Palacio Molina acogerá desde el 26 de enero al 7 de marzo la exposición “Arte/3”, de la mano de los artistas Lola López Moreno, Juan Antonio Moltó Grenon y Bibiana Soledad Sánchez Arenas. La inauguración tendrá lugar el 26 de enero a las 19:30 horas en el Palacio Molina, situado en la Calle Jara de Cartagena.
La exposición se podrá visitar de martes a viernes en horario de mañanas de 10 a 14 horas y de tardes de 17 a 20 horas, y los fines de semana de 11 a 14 horas, mientras que el lunes permanecerá cerrada.
Bibiana Soledad Sánchez nació en Cartagena, aunque en la actualidad reside en Alicante. Su trabajo multidisciplinar le ha permitido realizar obras utilizando distintas técnicas como fotografía, grabado, escultura, performance e instalación artística. Es doctora en Bellas Artes por la Universidad Miguel Hernández y ha hecho trabajos para diversas exposiciones en la Comunidad Valenciana.
Para este proyecto artístico común se plantean tres líneas de investigación en curso, cuyo nexo de unión es el estudio y análisis de la figura humana, mediante la fragmentación, deformación y ausencia de la representación corporal, convergiendo en la construcción de narrativas con un lenguaje propio.
Para Juan Antonio Moltó hay una consecuencia directa en la observación y es la imaginación. Vemos, observamos, pensamos e imaginamos. En nuestra mente, cada una de esas visiones es única e irrepetible. La vivimos intensamente, pero luego la recordamos vagamente, distorsionada, borrosa, deformada… hasta el punto de ver belleza en algo indefinido. Deformación corporal bajo el filtro imaginativo del recuerdo.
En la obra de Lola López, la figura femenina es representada solitaria y ausente, ajena a la mirada del espectador, y que paradójicamente, se hace visible, a través de quien la observa. Con una pintura intimista, esta artista pone de relieve la capacidad de transmitir sentimientos y emociones utilizando una paleta cromática reducida, en la que destaca el color rojo como hilo conductor.
Por último, Bibiana Soledad Sánchez Arenas plantea una instalación artística para intervenir el espacio utilizando su memoria autobiográfica. Teniendo como referentes principales el jardín familiar, el linaje femenino y masculino, y la Vida como tránsito bello y efímero. Las ausencias físicas familiares son recordadas y conmemoradas, a través de diferentes objetos, materiales y técnicas, predominando el terciopelo y las formas ornamentales, como recreación del contexto palaciego que alberga esta exposición.