Desde el área de Cultura y Patrimonio, que dirige Ricardo Segado (MC Cartagena), acaba de finalizarse una nueva iniciativa de conservación del extenso patrimonio del municipio.
Respecto a la muralla de Carlos III, uno de los monumentos más destacados del patrimonio de Cartagena, se ha dado por concluida una actuación en el extremo noroeste de este recinto amurallado del siglo XVIII. En concreto, sobre el denominado Baluarte 24, que rodea la falda de la colina de San José sobre la que está construido el Club Santiago, se ha retirado la vegetación que enmascara gran parte de la pared del citado baluarte.
Estos trabajos, autorizados por la Dirección General de Bienes Culturales y coordinados por la responsable municipal de Patrimonio Histórico y Arqueológico, Mari Carmen Berrocal, han tenido una duración de dos semanas.
Gracias a esta actuación, ha sido posible identificar el muro original, así como los recrecidos de época reciente, lo que ha permitido evaluar el impacto visual negativo de los árboles más cercanos y disponer de la información necesaria para redactar un proyecto integral que contemple la visualización e iluminación del baluarte desde las calles adyacentes a Capitanes Ripoll, al objeto de recuperar para la ciudad un tramo significativo de este Bien de Interés Cultural desaparecido prácticamente en el frente de tierra.
El Baluarte 24, de planta pentagonal, tiene tanto en su tramo superior como inferior una densa vegetación formada principalmente por enredaderas de hiedra, setos de cipreses y macizos de plantas crasas, a lo que se añaden las recientes zonas ajardinadas en la calles Capitanes Ripoll y Pedro Martín Zermeño donde se ha repoblado con distintas especies arbóreas que tapan totalmente la muralla.
Desde Patrimonio Arqueológico se ha considerado prioritario recuperar la imagen de este baluarte olvidado hasta ahora, que preside el entorno de la nueva plaza del Maestro Torres Escribano, contando estos trabajos también con el seguimiento arqueológico realizado por Luis Miguel Pérez Adán.