El Mar Menor necesita borrascas y episodios de cambio en las presiones atmosféricas para que sus aguas se renueven adecuadamente, según ha explicado esta mañana el investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Francisco López Castejón en la jornada sobre los factores que influyen en el estado de la laguna que ha organizado la Cátedra de Agricultura Sostenible de las organizaciones agrarias en la Politécnica.
“Un invierno estable, sin cambios de presión atmosférica que alteren el nivel del Mediterráneo y sin vientos que distribuyan el agua que accede al Mar Menor, sería muy perjudicial para la regeneración del ecosistema”, afirma López Castejón, quien ha resumido en su ponencia para científicos, agricultores y responsables políticos las principales conclusiones de su tesis doctoral en la UPCT, en la que se demostraba el positivo impacto para la laguna salada de los episodios de fuertes vientos del invierno pasado.
El investigador, bajo la dirección de Javier Gilabert, caracterizó la hidrodinámica del Mar Menor aportando un modelo, denominado ROMS y utilizado internacionalmente para modelización oceanográfica, de los sistemas de corrientes y del mecanismo de intercambio de agua a través de los canales del Estacio, Marchamalo y Las Encañizadas. “Es una herramienta a disposición de las administraciones para la toma de decisiones que ayuden a resolver el problema medioambiental”, señala López Castejón.
“El modelo hidrodinámico permite predecir escenarios diversos, como el cierre de un canal o su dragado”, añade el científico de la Politécnica. Para valorar el estado actual de los canales cree necesario, para comprobar su evolución, realizar una batimetría de Las Encañizadas como la que realizaron en 2011 estos investigadores de la UPCT.
Con registros a lo largo de más de un año de las corrientes del Mar Menor, cuyos datos se siguen publicando en tiempo real cada hora, los investigadores de la Politécnica detallaron que la zona sur de la laguna es la que sufre una menor renovación de sus aguas.