El general Aníbal y la princesa Himilce ya han unido sus caminos y, con ellos, los caminos de los cartagineses y los íberos. Ayer lunes, 18 de septiembre, se celebraron las bodas de ambos personajes en un acto que abarrotó de público con más de mil asistentes, como viene siendo habitual, el graderío y la zona de sillas del escenario del Puerto. La boda del general cartaginés y la princesa íbera es uno de los actos centrales y más concurridos de las fiestas de Cartagineses y Romanos, con una puesta en escena que incluye fuegos artificiales, danzas grupales, animales y cientos de festeros de todas las tropas participando.
Durante la velada estuvieron presentes el alcalde en funciones, Juan Pedro Torralba; la concejal de Turismo, Obdulia Gómez; y el edil de Cultura, David Martínez, así como el presidente de la Comunidad Autónoma y pregonero de las fiestas este 2017, Fernando López Miras; la portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo; el presidente de la Federación de Tropas y Legiones, José Antonio Meca, y concejales de los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Cartagena.
La obra comenzó a las 21.00 horas con la proclamación del joven Aníbal Barca como general de los cartagineses tras la muerte de su cuñado, Asdrúbal 'El Hermoso', tras lo cual Aníbal transmite a sus generales su decisión de continuar con la línea de acercamieto a los pueblos íberos que comenzó su predecesor. Cuando se presenta ante ellos, el estrechamiento entre ambas civilizaciones se materializa con la propuesta del rey Mucro de Cástulo de que se unan en matrimonio Aníbal y su hija, la princesa Himilce.
Aunque en un principio ambos jóvenes muestran sus reticencias a un matrimonio por conveniencia, expecialmente la joven, quien incluso se enfrenta a su padre, poco a poco surge el amor entre ambos.
Durante el enlace matrimonial participaron todas las tropas cartaginesas, en un acto que contó con diversas novedades en esta edición como música compuesta especialmente para el evento. Tras la representación, el cortejo nupcial, compuesto por los novios y las tropas, desfiló desde el Puerto hasta el Campamento festero, donde durante la noche diversas tropas como Mercenarios de Lobetania, Reino de Tartessos, Tropas de Tiro, Ilergetes de Indíbil, Mercenarios Íberos o Caballería Lusitana, oficiaron bodas según diversos ritos tradicionales íberos y cartagineses para todos los interesados hasta bien entrada la madrugada.