La historia de la Marcha Real fue objeto de una conferencia que corrió a cargo del coronel Juan Silvela Milans del Bosch este miércoles, 3 de mayo, en el salón de actos del Museo Militar de Cartagena, bajo el título 'Historia musical de la Marcha Real'. La conferencia, que se enmarcaba dentro de los actos conmemorativos del 2 de mayo, tuvo entrada libre y contó con la presencia de alrededor de medio centenar de personas, entre ellos el alcalde, José López.
Durante la presentación, Silvela explicó que España, la nación más antigua de Europa, tiene unos símbolos que la representan que son también los de origen más remoto. Por tanto, algunas notas del Himno Nacional pudieron nacer, según el arabista Julián Ribera, en la segunda frase musical de una cantiga de Alfonso X el Sabio. Si esta afirmación puede considerarse conjetura, no lo es el que su melodía, excepto el cierre melódico, esté contenida en la Pavana Real de los Reyes Católicos, sobre la que el vihuelista Enríquez Valderrábano compuso su glosa en el siglo XVI; entonces, la música ya se escribía como hoy se hace y no da lugar a diferentes transcripciones. El inicio de la glosa es una sucesión de 18 cordes idénticos a la melodía del Himno que no se puede atribuir a la casualidad.
De todas formas, subrayó el coronel, se considera a la Marcha Granadera, compuesta por el músico de la Casa Real durante la década de los 60 del siglo XVII, Manuel de Espinosa, como el antecedente directo de nuestro Himno Nacional. Fue creada dentro del proceso de reglamentación de los 'toques de la guerra' y como consecuencia de la inmediata promulgación de las ordenanzas de Carlos III.
A partir de 1769, Los Granaderos, que eran una fuerza de élite de Infantería y de la Guardia Real, emplearían reglamentariamente su marcha como toque de honor. Cosa que hicieron efectivamente con mucha frecuencia, pues realizaban la guardia exterior del Palacio Real, además de acompañar a los Reyes. Por ello, destacó Silvela en su conferencia, el pueblo madrileño acabó por identificar la Marcha de Granaderos con los Monarcas, adquiriendo carácter Real, significado que se intensificaría y ampliaría durante la Guerra de la Independencia hasta ser considerada símbolo patriótico.
En 1815, un decreto del ministerio de la guerra ordenaba la utilización de la marcha granadera como único toque de honor. La causa principal del mismo fue seguramente evitar que las unidades del ejército emplearan como toque de honor La Marsellesa, a pesar de que los madrileños le hubían puesto una letra escrita contra los invasores.
Identificada la Marcha de Granaderos por los liberales con el antiguo régimen, fue sustituida por el Himno de Riego durante el trienio liberal (RD 7-IV-1822) con el título de Marcha Nacional de Ordenanza. Se recuperó la Marcha de Granaderos como real en la boda de Isabel II, en 1846, tal y como recordó Silvela, quien apuntó que, siete años más tarde, fue declarada oficialmente Marcha Real (RD. 5-XI-1853). El Himno Español fue encumbrado por el propio pueblo como se deduce de su historia, circunstancia que lo distingue, tanto como que carezca de letra.
Durante el régimen provisional que siguió a la revolución septembrina del siglo XIX, Prim ordenó la sustitución de la Marcha Real por otra compuesta por el músico de origen italiano Squadrani, aunque su composición no gustó. Declarado desierto un concurso convocado el 4 de septiembre de 1870 para dotar a España de un Himno, Amadeo I de Saboya reconoció finalmente a la Marcha de Granaderos, como Marcha Nacional Española (RD 8-I-1871), denominación que nos parece la más adecuada.
De nuevo fue sustituida por el Himno de Riego durante la II República, pero volvió a ser recuperada como Himno Nacional en Sevilla (27-1I-1937) por el general Franco, quien ratificó dicho carácter de la Marcha Real el 17 de julio de 1942. La versión actual, subrayó Silvela, fue estrenada ante los Reyes de España en el Teatro Real el mismo día de su aprobación en el B.O.E. (11-X-1997 - RD 1560).