La expectación que había generado el pregón más madrugador de cuantos se han realizado en la Semana Santa cartagenera, se ha confirmado esta noche. El paraninfo de la UPCT se ha quedado pequeño para albergar las cerca de 600 personas que han llenado por completo su aforo para escuchar durante una hora el discurso que ha pronunciado Ginés Fernández Garrido, donde ha aderezado sus vivencias y recuerdos, con música en vivo interpretada por el grupo femenino Musiquitas de la Agrupación Musical Sauces y con imágenes proyectadas en una pantalla gigante.
El acto, organizado por el Ayuntamiento de Cartagena y la Junta de Cofradías de Semana Santa, se ha podido ver y escuchar en directo por internet a través del canal municipal de Youtube.
En la presidencia ha estado el alcalde, José López, junto a la nazarena mayor, María Jesús Moreno García, el presidente de la Junta de Cofradías, Manuel Martínez Guillén, y el pregonero. También se encontraba la consejera de Cultura y Portavocía, Noelia Arroyo, el vicepresidente segundo de la Asamblea Regional, Domingo Segado, el rector de la UPCT, Alejandro Morcillo y el almirante del Arsenal, Aniceto Rosique; además del vicario general de la diócesis de Cartagena, Juan Tudela y los hermanos mayores.
El pregón oficial de las procesiones, que tradicionalmente se venía celebrando el Viernes de Dolores desde sus comienzos en los años 70 del pasado siglo, se ha adelantado al inicio de la Cuaresma. El alcalde en su intervención ha explicado los motivos de este cambio con el que el acto adquiere todo su sentido de anunciar con la debida antelación un acontecimiento y evita la saturación de actividades del día la Patrona.
El presidente de la Junta de Cofradías, Manuel Martínez Guillén, ha hecho el semblante del pregonero y de la nazarena, dando paso al discurso de Ginés Fernández con el que ha hecho una veces reír con sus anécdotas y otras sentir con intensidad las vivencias personales desde niño, que creció en una familia california, pero que terminó siendo marrajo.
También la nazarena, en su intervención que ha puesto fin al acto, ha desvelado las circunstancias que le llevaron a ser camarera de San Pedro, siguiendo la tradición familiar de sus suegra y ha reiterado su deseo de que pronto haya una mujer hermano mayor de una cofradía cartagenera.
El alcalde como reconocimiento a los dos, les ha entregado la habitual placa con su nombramiento y un broche y un escudo de oro de la ciudad, respectivamente, que lucirán a partir de ahora.