La Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE) y la asociación APICES están formando a técnicos de la asociación para que impartan cursos de atención a personas con enfermedades mentales y sus familias en zonas y negocios de ocio estival. Una iniciativa que forma parte del proyecto europeo 'Friendly Beach', que han presentado esta mañana en rueda de prensa la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, la directora de APICES, Pepa Hernández, y el Doctor del Instituto Don Calabria, Giulio Fanton.
Con la puesta en marcha de este proyecto se busca un doble objetivo: conseguir que las personas que padecen alguna enfermedad mental y sus familias disfruten con normalidad de sus vacaciones en la playa; y aumentar y mejorar la calidad y la oferta turística y de ocio, según ha explicado Castejón. La plena integración incluye el derecho al ocio, y este es un aspecto que en muchas ocasiones se olvida a pesar de ser un elemento fundamental para el desarrollo de la personalidad, que los gobernantes deben tener en cuenta, ha querido recalcar.
Las acciones relacionadas con Friedly Beach se iniciaron en julio de 2016 y se prolongarán hasta junio de 2018. En total 24 meses en los que se llevarán a cabo distintas iniciativas que incluyen la formación a técnicos, para que ellos a su vez formen al personal público y privado que desarrolla su actividad en relación con el sector turístico. Con ello se pretende normalizar la atención a personas con enfermedades mentales. A través de medidas sencillas de acción directa y buenas prácticas, que tengan en cuenta las necesidades de estas personas y sus familias, se busca facilitar su descanso estival y la respuesta del personal que trabaja con ellos.
La iniciativa pretende además que exista un retorno económico para el sector turístico con la oferta de servicios innovadores que sirvan de reclamo a las familias con esta necesidad, de forma que se creen nuevos nichos de mercado y se mejore la oferta turística las costas de Cartagena.
La directora de APICES ha querido detallar al principio de su intervención algunos datos de la Organización Mundial de la Salud, como que un 25% de la población mundial sufre algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida o que 400 millones de personas tienen alguna enfermedad mental en el mundo, que dan una idea de la necesidad de este programa. Hernández ha concretado que la idea de estas iniciativas no es despertar la compasión de la gente, sino fomentar la igualdad a través de la información y la transmisión de conocimientos.
Friendly Beach funciona desde hace cuatro años en Italia, donde nació el germen de esta iniciativa. Una asociación de padres de niños autistas italiana empezó a trabajar con hoteles y resorts de la región turística de Rimini, para facilitar la atención a los problemas que ellos tenían habitualmente durante su descanso estival. Giulio Fenton ha explicado que el éxito del proyecto está en la sencillez de las medidas que garantizan el éxito de las mismas. A través de la casuística, que dan a conocer las familias y el mismo personal que recibe formación, se enseña tanto como actuar en situaciones concretas, como qué actitud se debe adoptar con estas personas para facilitar su estancia.
El proyecto Friendly Beach surgió dentro del programa de 'Apoyo al crecimiento competitivo y sostenible en el sector turístico' de la Agencia Ejecutiva para la pequeña y mediana empresa de la Comisión Europea. APICES y la ADLE son los dos únicos socios del programa en España de un total de diez socios a nivel europeo que trabajan en Italia, Croacia y Reino Unido.