El deporte puede ayudar a retrasar la evolución de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Ésta es una de las conclusiones que se ha puesto encima de la mesa en las I Jornadas de Actividad Física para las personas mayores Campus Mare Nostrum, que han tenido lugar hoy en la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
Entre los ponentes hoy han destacado la neuropsicóloga de la Asociación de Alzheimer de Cartagena Sonia Gayoso, que ha asegurado que aunque la terapia física es “diferente” según el tipo de paciente y sus características, sí que está comprobado que la práctica de ejercicio físicao diario “ayuda a estabilizar durante años el Alzheimer en personas de edad avanzada”.
Según ha explicado la ponente, es “más complicado” retrasar el avance de la enfermedad cuanto más joven se es porque “cuando aparece la enfermedad es más agresiva, la proliferación celular es mucho más rápida”.
Ella recomienda que este tipo de personas realicen un mínimo de 3 veces de ejercicio a la semana, además de caminar, hacer cosas de la casa y acudir a terapias combinadas en las que también se dé a las familias unas pautas para actuar. “Sí se puede retardar muchísimo la evolución del alzheimer, yo he tenido pacientes durante años en los que la enfermedad no avanza”, añade tras puntualizar que esto se debe a las conexiones sintácticas que a través de la estimulación inciden en la regeneración de las neuronas.
Junto a Gayoso, el gerente de la Asociación de Alzheimer de Cartagena y Comarca, Raúl Nieto, ha incidido en la importancia de “quitar el miedo” a que estas personas desarrollen cualquier tipo de actividad física. Añade que a menudo se encuentran “desmotivadas” a moverse, pero que para estimularlas adecuadamente “conviene conocer bien su mundo y su día a día, por ejemplo, si han sido militares, conviene usar la jerga específica para ganarse su confianza y motivarles”.
Por último, el profesor de la Universidad del Algarbe Ezequiel Pinto ha abordado durante las jornadas la importancia de la nutrición en personas que padecen alzheimer. “Hay que asegurarse de que tienen un aporte nutricional adecuado”, ha dicho tras señalar que estos pacientes tienen también problemas al comer, coger los alimentos e incluso deglutir, sobre todo al pasar los 85 años.