El Gobierno de Cartagena, desde que tomara posesión de su responsabilidad al frente del Ayuntamiento de la ciudad, siempre ha tenido como una de sus premisas fundamentales respaldar las justas reivindicaciones de los vecinos del municipio.
Ejemplo de ello es el apoyo que el Ejecutivo local ha mostrado a los colectivos que demandan la construcción de un nuevo colegio que sustituya a los dos antiguos existentes en La Aljorra. El Gobierno municipal, presidido por López,entendió como razonable esta solicitud, defendiendo la construcción de un nuevo centro en unos terrenos con la amplitud suficiente para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras.
En contraposición a esta postura constructiva del Ayuntamiento de Cartagena, los padres y alumnos de La Aljorra están sufriendo las continuas trabas de la administración regional que imposibilitan que se convierta en una realidad la construcción del nuevo colegio de La Aljorra, a pesar de que el Ayuntamiento asumiera, como le solicitó la CARM, el acondicionamiento de la parcela en la que se iba a construir esta infraestructura educativa para que ese terreno dejara de ser inundable, solucionando el Ejecutivo local la ineficacia demostrada por anteriores gobiernos del mismo signo político que el Gobierno regional, quienes adquirieron estos terrenos. Los trabajos a efectuar contemplan la construcción de un muro de contención de dos metros, además de rellenar de tierra la parcela hasta la cota de la calle.
Tras el acondicionamiento de la parcela, a la CARM le correspondía la ejecución de las obras de construcción del colegio, proceso que ha sido detenido por la administración regional que, ahora, no ve viable la ubicación que anteriormente sí lo era, sin tener en cuenta el proyecto municipal que eleva la parcela y evita que se inunde.
El nulo interés de la Comunidad Autónoma ante los derechos de los niños de La Aljorra quedó evidenciado el pasado 12 de septiembre cuando los padres, niños y profesores de esta diputación cartagenera, acompañados por representantes delGobierno municipal, esperaron ser recibidos durante horas frente al Palacio de San Esteban sin que el presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, accediera a atenderles y, de esta manera, tuviera oportunidad de conocer la dura realidad de los escolares aljorreños que sufren la falta de calidad de las aulas, que acogen a alrededor de 600 jóvenes, y no disponen de lavabo para lavarse las manos, techos que se caen, además de que algunas de sus estructuras poseen fibrocemento, un material que puede resultar perjudicial para la salud, entre otras deficiencias.
Ante esta situación, el área de Infraestructuras ha elaborado un dossier explicativo, del que ya han tenido conocimiento los padres de los alumnos de La Aljorra, en el que se detalla la cronología de los acontecimientos relativos a la construcción del colegio, incluyendo también la explicación del proyecto de acondicionamiento de la parcela que iba a ejecutar el Ayuntamiento, así como información sobre las zonas inundables de La Aljorra.
El Gobierno de Cartagena lamenta haber comprobado la nula voluntad política del Ejecutivo regional de construir el necesario colegio de La Aljorra, obviando las necesidades de los escolares, prefiriendo instalarse en la deslealtad institucional al bloquear un proyecto de dudable interés general.
CRONOLOGÍA
En 2010, el Ayuntamiento de Cartagena, gobernado por el PP, adquiere, sin informe previo de idoneidad, riesgo o inundabilidad, un terreno, valorado en 210.000 euros, para instalar el nuevo colegio.
El anterior equipo de Gobierno propone a los padres construir el colegio en el recinto festero, abandonando la parcela adquirida. Esta propuesta fue rechazada por los padres y vecinos de La Aljorra, ya que suponía construir un colegio de dos alturas y la pérdida del recinto para fiestas así como la importante inversión que supuso.
El actual Gobierno municipal, atendiendo la demanda de los padres, retoma el proyecto original en la parcela inundable, planteando a la CARM una adaptación de este terreno, elevándolo para que deje de ser inundable. Esta propuesta es aceptada por la CARM si se cumplen las condiciones.
Desde ese momento, los técnicos municipales trabajan durante más de un año en el desarrollo del proyecto de elevación del terreno en dos metros, con un coste superior a 300.000 euros, lo que supone un tercio del presupuesto de inversiones municipales. Para completar el informe, se encarga un estudio de inundabilidad de La Aljorra.
Los técnicos de la Concejalía de Infraestructuras aseguran que un muro de contención permitiría elevar dos metros el nivel de la parcela, siendo inundable sólo en sesenta centímetros, según previsiones con un retorno de quinientos años.
Además, el proyecto municipal contempla redirigir, a medio plazo, las aguas para que el pueblo de La Aljorra quede a salvo de las inundaciones, convirtiéndose en otro aval más que justifican la apuesta por esta iniciativa.
Continuando con la cronología de los hechos, cabe recordar que los servicios municipales solicitan informes a laConfederación Hidrográfica del Segura (CHS), quien, en comunicación recibida el 19 de enero de 2016, se inhibe argumentando que el cauce no es público.
Una vez presentado el proyecto de elevación del muro de contención, el Ayuntamiento de Cartagena espera la aprobación de la CARM para la puesta en marcha del proyecto de construcción del nuevo colegio de La Aljorra.
En agosto de 2016, la CHS y la CARM se pronuncian negativamente, incumpliendo su anterior compromiso, informando que la parcela es inundable, evidencia ya conocida desde el inicio. Estos vaivenes demuestran la absoluta ausencia de voluntad política por parte de la administración regional, siendo obvio que no se ha tenido en cuenta el proyecto municipal que eleva la parcela y evita que sea inundable, lo que garantizaría la seguridad.
Así las cosas, el Gobierno de Cartagena actuará de acuerdo a las consideraciones de los padres, en la medida que lo permitan el ámbito competencial local y en estrecha colaboración, para que los niños tengan un equipamiento escolar que ofrezca respuesta a sus necesidades, llevando a cabo las medidas que sean necesarias.
