Los trabajos que se han venido realizando durante los últimos meses para remodelar la Plaza de España llegaron ayer jueves a su fin, con la apertura, de los accesos al renovado espacio público, ahora más cercano al uso cotidiano y con un marcado carácter de nexo de unión entre el centro y el Ensanche.
Nuevo aspecto, nueva iluminación y con la fuente de nuevo en marcha, la plaza luce sus encantos en una de las épocas de mayor afluencia de visitantes a la ciudad, como es la Semana Santa.
Las obras que se han realizado en la plaza han supuesto la mejora de la superficie y el entorno, donde se ha empleado una nueva pavimentación, formando caminos de adoquín que recorren la plaza y haciendo hincapié en el tratamiento de los parterres, mayor y mejor iluminación y una nueva red de riego.
Además, se han reparado las pérgolas y trozos de muro dañados, se ha suprimido la barandilla metálica de la zona de juegos infantiles, mejorando así su accesibilidad.