El Grupo Municipal de Izquierda Unida-Verdes, que ya mostró su rechazo a la cacicada realizada por Pilar Barreiro y su equipo de Gobierno de prorrogar por 50 años a Cartagena Puerto de Culturas la explotación de los centros de interpretación y demás recursos turísticos puestos en marcha con dinero procedente de las arcas municipal en un intento de blindar afinidades políticas y personales, sigue trabajando para que tal privatización de recursos públicos quede sin efecto.
De ese modo, desde la formación de izquierdas se ha solicitado información sobre aspectos relativos al funcionamiento de Cartagena Puerto de Culturas. Información que se les hurta sistemáticamente a los concejales de la oposición, y por tanto a los miles y miles de ciudadanos que éstos representan, ya que en el Consejo de Administración del consorcio los seis representantes municipales lo son exclusivamente del PP. La documentación requerida por Izquierda Unida-Verdes, de acuerdo con lo estipulado en el Reglamento del Pleno del Ayuntamiento de Cartagena, es la referente a la relación de puestos de trabajo del Consorcio (señalando en cada caso el tipo de contrato, categoría profesional, retribuciones y las restantes condiciones laborales estipuladas), el convenio laboral que se aplica a los empleados, la relación de tasas y precios de acceso a los centros de interpretación y demás recursos turísticos gestionados por Puerto de Culturas y disponibilidad de acceso gratuito/reducido a los habitantes del municipio y de la Región u otros colectivos (colegios, asociaciones, etcétera) y, finalmente, las cuentas de resultados de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 y el presupuesto para el presente año 2015.
Como se recordará, a través de la arbitraria decisión de prorrogar durante 50 años la gestión se ha puesto en manos del Consorcio la gestión de importantes elementos patrimoniales de propiedad municipal (Augusteum, Ascensor Panorámico, Barrio del Foro Romano, Fuerte de Navidad, Castillo de la Concepción, etc...) que han requerido millonarias inversiones para su puesta en valor con el objetivo, al margen de la consideración cultural e histórica, de potenciar el sector turístico y su diversificación, y que suponen a la arcas municipales el esfuerzo inversor y de hacer frente a los gastos de limpieza, mantenimiento y custodia pero, por el contrario, no suponen el ingreso, el retorno económico, en dichas arcas de las cantidades que genera la explotación pública de tales elementos patrimoniales. Todo ello sin olvidar la necesidad de introducir criterios de igualdad, méritos y capacidades en las posibilidades de empleo que ofrece la actividad de Cartagena Puerto de Culturas.