El jazz, en sus diferentes estilos, resonaba por segundo fin de semana en Cartagena. En concreto, en el Auditorio El Batel que volvía a ser el escenario del Jazz Festival, cautivando al público asistente con sus sorprendentes directos que hacían vibrar al público asistente.
La última espera del jazz vocal, Zara McFarlane, era la encargada de abrir la tercera jornada de este festival el pasado viernes, día 7. Lo mejor del jazz y del soul que hay en estos momentos Reino Unido llegaba a Cartagena. Tras ella, el pianista Chano Domínguez y el guitarrista Niño Josele unen jazz y flamenco en la presentación de su disco Chano & Josele.
El sábado le tocaba el turno a Branford Marsalis, quien presentaba su último disco, Four Mfs Playin Tunes. Tiene una biografía el saxofonista intensa y difícil de resumir: desde su capacidad de recrear obras de Debussy o Ravel y de acompañar a las mejores orquestas sinfónicas, hasta ser invitado especial del grupo de rock psicodélico GratefulDead, de Sting o ser miembro de los aclamados Jazz Messengers de Art Blakey.
Se subía al escenario del Jazz Festival con un programa doble en el que participba también la banda norteamericana Snarky Puppy.
Snarky Puppy ganaron el Grammy a la Mejor Interpretación de R&B de 2013 por Something, en la que contaron con la colaboración de la cantante Lalah Hathaway. Confirmaban así el éxito de su álbum Family Dinner Vol 1, que sin duda repetirán con el recién publicado We Like It Here.