Un trabajo fin de máster de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) señala la necesidad de contar con el conocimiento de pescadores y técnicos para asegurar el futuro de la pesca tradicional. Su autor, un estudiante del Máster en Administración y Dirección de Entidades de la Economía Social, alerta del deterioro de las poblaciones de peces, pese a las medidas impulsadas para favorecer la sostenibilidad del sector. Según Simón Hernández, “si no cambiamos a tiempo las políticas actuales por un modelo de gestión comunitaria nos vemos abocados a otro tipo de pesca más negativa para el medio ambiente y para la economía local”. El proyecto lo ha dirigido el profesor del departamento de Economía, Ignacio Segado.
Simón Hernández, natural de Carboneras (Almería) e hijo y nieto de pescadores, ha realizado las prácticas del máster en la Cofradía de Pescadores de Cartagena, en la que ha impulsado la utilización y difusión de la etiqueta azul ‘Pescado de Cartagena’, con la que se ha conseguido un repunte en las ventas.
El trabajo fin de máster centra su atención en las diferentes cofradías de pescadores, como entidades que podrían gestionar de forma sostenible la actividad pesquera en España. “La toma de decisiones está en la actualidad muy centralizada y es monopolizada por la Administración”, indica Simón Hernández. Según este estudiante, la realidad pesquera es totalmente diferente en áreas muy próximas y señala como ejemplo las zonas de Mazarrón y Cartagena: puertos donde “la gestión es conjunta a pesar de sus escasas similitudes”.
A partir de un sistema en el que se contara con el conocimiento biológico de pescadores y técnicos, la viabilidad de la pesca estaría garantizada, a la vez que ganaría en responsabilidad y ética. “La falta de una gestión donde participen todos los agentes de interés, ha llevado a la destrucción de gran parte de nuestra flota y empleo”, apunta Simón Hernández en su estudio. Para revertir esta situación propone que sean las propias comunidades de pescadores quienes lideren las políticas a aplicar en el sector, utilizando la responsabilidad social corporativa como herramienta que facilite el cambio de gestión.
Del mismo modo, el estudio realizado alerta de la necesidad de aplicar tales en cambios en un corto periodo de tiempo. “Cartagena cumple con 51% de las directrices de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para practicar una pesca más sostenible, pero debe llegar al 70% para asegurar la viabilidad del sector y la supervivencia de su comunidad”, incide Simón Hernández.