Cartagena acoge hoy, Viernes de Dolores, su Día Grande y lo hace por todo lo alto para celebrar la festividad de la Virgen de la Caridad. Una intensa y emotiva jornada que marca el inicio de la Semana Santa de esta ciudad, una de las más largas de España, y de interés turístico internacional. Millares de cartageneros salían a la calle para honrar a su Patrona con pregón, ofrendas de flores y procesión a lo largo de toda esta jornada.
El pregón ha sido uno de los platos fuertes de la agenda de este Día Grande y que este año corría a cargo del obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. El Nuevo Teatro Circo acogía este evento que reunía a todos los representantes de las diferentes instituciones del municipio, así como la corporativa del Ayuntamiento encabezada por la alcaldesa, Pilar Barreiro, y los cuatro hermanos mayores de las cofradías.En el acto también se hacía entrega el nombramiento de Nazarena Mayor a María José García Roche.
La fe y la religiosidad centraban el discurso del obispo, quien hacía hincapié esta mañana en la importancia de vivir la Semana Santa desde lo más profundo de nuestro interior: La estética, el color y la belleza de las imágenes tienen que dejarse en un segundo plano, porque aquí prima la necesidad de entrar en el misterio.
Además, incidía en el hecho de que la fe hay que mantenerla más allá de la Semana Santa, durante todo el año, dando todo nuestro corazón a Cristo, porque él lo da todo y nos pide todo.
Participar en las procesiones nos enseña a llevar la cruz cada día, incluso más difícil que mantener el mismo ritmo, pasando por el picoesquina del bar Sol. Con estas palabras, José Manuel Lorca animaba a los cofrades a vivir de esta manera la Semana Santa.
El pregonero de este 2014 también piropeaba en su discurso a la ciudad de Cartagena, tanto por la historia que lleva consigo como por, en concreto, sus procesiones con el runrún de las túnicas y los cetros, el trajín de las velas y estandartes. Además describía los nervios y la emoción de última hora de los cofrades, familiares y amigos y, en general, a todos los que intensamente viven la Semana Santa y se ponen sus mejores galas.
Por su parte, la Nazarena Mayor, María José García Roche, se mostraba agradecida por su nombramiento e ilusionada aseguraba que me han concedido la oportunidad de conocer la Semana Santa desde otro punto de vista. Además, confesaba que por primera vez saldrá con mantilla al paso de las Vírgenes, una experiencia que siempre había querido vivir.
OFRENDA DE LA ONZA DE ORO
La Ofrenda de la Onza de Oro ha sido otro de los momentos y actos más emotivos de este Viernes de Dolores. Pasadas las 10 de la mañana se producía la salida de la Corporación Municipal desde el Palacio Consistorial hacia la Basílica de la Caridad. Policías de gala, trompetero, maceros y alguacilillos les acompañaban encabezando el desfile el pendón de la ciudad y que se encargaba de portar la concejala de Juventud, Ruth Collado.
No sólo los cartageneros veían la salida de la Corporación, sino también infinidad de curiosos que se acercaban hasta el lugar con la cámara en mano. Y es que esta mañana hacía escala en el puerto Eurodam, con más de dos mil pasajeros, que recorrían las calles de Cartagena y veían atentamente a esta comitiva.
Ya en la Basílica de la Caridad daba comienzo la misa en honor a la Caridad, que oficiaba el obispo José Manuel Lorca. La alcaldesa, como ya es habitual, cumplía con la tradición de la Ofrenda de la Onza de Oro a la Patrona, que data del año 1762 y que simboliza la aportación económica que realiza todos los años el Ayuntamiento de Cartagena en favor de los enfermos pobres del Santo y Real Hospital de Caridad. Esta vez la donación era de 34.000 euros.
La primera edil aludía a la solidaridad de toda Cartagena y el compromiso de esta ciudad con los más necesitados, tanto de los propios vecinos como de las instituciones municipales.
También tenía palabras para la Semana Santa y animaba a los ciudadanos a participar en ella con sus procesiones. Ha llegado el momento de fiesta, de celebrarlo y salir a la calle, añadía Pilar Barreiro.
