Cartagena participaba esta mañana, como el resto de ciudades españolas, en el homenaje a las víctimas del terrorismo al cumplirse diez años del mayor atentado registrado en nuestro país, el fatídico 11-M.
La escultura del Zulo que se erigía para honrar a las víctimas, y situada en la explanada del Muelle de Alfonso XII, ha sido el lugar escogido para guardar un minuto de silencio y leer el manifiesto de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y que hoy escuchaban millones de personas por toda España.
El delegado en la Región de Murcia de este colectivo, José Micol, era el encargado de leer el discurso en el que se abogaba por la lucha de la verdad, la memoria, la dignidad y la justicia y que hoy tenía que brillar más que nunca, para que no queden en el olvido aquellas vidas rotas.
Su recuerdo estará vivo en todos los corazones de los ciudadanos; tenemos que mantener viva la memoria de las víctimas, porque su olvido será una victoria para los terroristas, rezaba.
Cartageneros, curiosos y turistas se acercaban hasta este punto para honrar la memoria de estas víctimas, al igual que lo hacía una nutrida representación de la Corporación Municipal, incluidos los portavoces de Partido Popular, José Cabezos; del PSOE, Caridad Rives, y de Izquierda Unida-Verdes, Cayetano Jaime Moltó; así como de la asociación de víctimas y de diferentes organismos y entidades de la ciudad.
Entre las autoridades se encontraba el rector de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), José Antonio Franco; el presidente de la Autoridad Portuaria, Adrián Ãngel Viudes; el comandante del Centro de Buceo de la Armada, Ãngel Otón, y el comisario de Policía, Alfonso Navarro.
Por su parte, la alcaldesa, Pilar Barreiro, destacaba el ejemplo a seguir de las víctimas y familiares por su valentía y prudencia en estos momentos de dolor e impotencia.
Antes de la lectura del manifiesto, la explanada del Muelle guardaba un minuto de silencio que se rompía con el aplauso de los ciudadanos que allí se encontraban. Un emotivo homenaje en un lugar simbólico, junto al Zulo, que refleja la desesperación que sienten las víctimas y la rabia contenida, comentaba esta mañana José Micol.