El Teatro Romano de Cartagena amplia su apertura para brindar la oportunidad de visitar el monumento a aquellos viajeros que visiten la ciudad en el puente de la San José.
Así, abrirá sus puertas el lunes 18, generalmente cerrado, de 10,00 a 18,00 horas, y el día de San José, 19 de marzo, de 10,00 a 14,00 horas.
El Conjunto museístico se ha convertido en un importante referente cultural y turístico de la ciudad, tanto por su número de visitantes como por los distintos reconocimientos en el ámbito nacional y europeo.
La visita comienza por el Museo, cuya entrada se sitúa en la Plaza del Ayuntamiento, frente al Palacio Consistorial, continúa por sus salas y conduce directamente al visitante hasta el interior del monumento. Por tanto, el proyecto de recuperación llevado a cabo por el arquitecto Rafael Moneo, supone un viaje en el tiempo y un itinerario desde el mar a las cotas altas, culminando la visita con la inesperada aparición del imponente graderío del Teatro.
En el recorrido museístico se ha puesto gran interés en dar a conocer el proceso histórico que significó la ocultación del teatro romano hasta su descubrimiento. Tras pasar las puertas del Museo, el visitante se encontrará con el Corredor de la Historia. En él se explica la evolución urbana del solar del teatro desde el siglo XXI al siglo I a.C., ilustrada tanto con una selección de objetos arqueológicos recuperados en la excavación como con documentación gráfica y audiovisual.
El corredor desemboca directamente en una gran sala de siete metros de altura, que sirve de extraordinario marco para la exposición de los elementos que configuran la arquitectura monumental del teatro de Cartagena.
En el interior del Museo, la altura de la sala ha permitido recrear el primer orden de la fachada escénica con los elementos originales. Los capiteles corintios labrados en mármol de Carrara reproducen los modelos desarrollados en la arquitectura oficial de la Urbe, en los años que preceden al cambio de Era. Las basas realizadas en el mismo material que los capiteles son de tipo compuesto o doble ático y las columnas son de travertino rosado, procedente de las canteras del Cerro de la Almagra (Mula) a unos setenta kilómetros de Cartagena.
Junto a los elementos pétreos de la fachada escénica, realizados por artesanos de primer nivel, se exponen sobre peanas los capiteles de la porticus post scaenam en este caso realizados en arenisca local. La arquitectura del edificio y la calidad de sus materiales lo convierten en un magnífico exponente de la edilicia pública y monumental de época de Augusto, cuya imagen ataviada con toga y cabeza velada preside la sala como benefactor de la ciudad.
A través de una escalera mecánica se llega a la segunda sala, la de mayores dimensiones del museo. Esta sala permite al visitante adentrase en el conocimiento de las funciones del Teatro en la Antigüedad, pues además de su función lúdica el edifico teatral constituyó el marco arquitectónico perfecto para la propaganda política y religiosa del emperador.
En el edificio, el mensaje inscrito en piedra, y el monumento se funden para cumplir esta misión, como ejemplifican los dinteles conmemorativos que coronaban las puertas de ingreso, expuestos ahora en esta gran sala. Por ello sabemos que el teatro fue dedicado a los dos jóvenes príncipes, Cayo y Lucio César, nietos de Augusto y sus virtuales herederos, quienes además debieron participar en la financiación del edificio y probablemente en la elección de su programa ornamental. Un programa decorativo cargado de mensajes ideológicos entre los que destaca la introducción de los cultos a las divinidades tradicionales del Estado Romano a través de tres altares donde se representan los símbolos de la Triada capitolina, piezas labradas en mármol de Luni de gran excelencia, que presiden la parte central de la sala.
La sala 2 enlaza con el corredor bajo la iglesia Santa María la Vieja, donde se conserva una vivienda romana con mosaico amortizada por la construcción del teatro, así como los muros de aterrazamiento de la iglesia primitiva del siglo XIII y otros restos medievales. Este corredor tiene además una misión fundamental para el arquitecto, la de preparar al visitante para la contemplación que tendrá al final de su recorrido: una visión completa del Teatro, tan magnífica como inesperada.
Además, los visitantes que se acerquen al Museo podrán disfrutar de la exposición temporal González Beltrán. Esculturas.
La muestra propone un recorrido por la obra de uno de los escultores más relevantes de la plástica de las últimas décadas, y nos adentra en el proceso creativo del artista en los últimos años. Permite un acercamiento a través de los tipos y figuras más característicos del escultor, conectados a través de vínculos sutiles pero plenos de significado, como el poderoso simbolismo de los mitos, la propensión humana a afrontar desafíos imposibles, la fragilidad del equilibrio que enlaza a los Ãcaros y Bufones o los múltiples significados que se asocian a los dominios de lo femenino y, sobre todo, a la maternidad.