La tradición musical del Campo de Cartagena está más viva que nunca. Prueba de ello fue el XVII Encuentro de Cuadrillas de La Aljorra que se celebró el sábado pasado en el centro cívico de dicha diputación.
Participaron cinco grupos musicales procedentes de Fuente Ãlamo, Isla Plana, La Aljorra, Molinos Marfagones y Tallante.
El evento lo organizó la Cuadrilla de La Aljorra con la colaboración de la Junta Vecinal Municipal, la asociación de vecinos y la asociación cultural de la mujer.
Las cuadrillas del Campo de Cartagena, al igual que las del resto de la Región y del sudeste español, nacieron en las parroquias con un fin recaudatorio. Empezaron pidiendo el aguinaldo para sufragar los gastos de iglesias y ermitas, y las misas de las ánimas benditas. Iban de casa en casa y participaban en las celebraciones religiosas. Esa finalidad se ha perdido en la actualidad y los grupos se mantienen por motivos lúdicos y culturales.
Su origen parece situarse a finales del siglo XV y su desarrollo se produce a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. En los pasados años 60 y 70 desaparecieron un gran número de cuadrillas, debido fundamentalmente al despoblamiento de las zonas rurales, estando en este momento en franca recuperación y expansión.
La cuadrilla es un grupo de músicos no profesionales de música tradicional. Está formada por 10 ó 15 músicos y un guión o trovador. Los instrumentos que utilizan son de cuerda (guitarra, guitarro, laúd, bandurria y violín) y de percusión (pandereta, platillos, caña y postizas o castañuelas).
Los cantos, coplas o trovos de aguilando son poesías repentizadas (improvisadas) formadas por cuatro versos octosílabos con rima consonante y son improvisados por el trovero o guión. A continuación, el coro repite el último verso seguido del estribillo particular de cada cuadrilla.
La temática de estos trovos es diversa, pero fundamentalmente trata temas religiosos, alude a temas del lugar o se piropea o critica a gente conocida, pero siempre en tono jocoso, con ironía y sin malicia.