El delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, ha anunciado que el Ministerio de Cultura publica hoy en el Boletín oficial del Estado una resolución de la Junta de Contratación de dicho departamento por la que se hace pública la formalización del contrato para las obras de la fase I de la intervención sobre la Catedral Vieja de Cartagena.
González Tovar ha recordado que en mayo pasado se licitaron las obras, encaminadas a mejorar las condiciones de uso del edificio, favorecer su conservación y recuperar los elementos que permitan una correcta lectura de sus características históricas y arquitectónicas. Han sido adjudicadas en 252.199,71 euros a la Compañía Internacional de Construcción y Diseño S.A.U.
El proyecto, que ejecutará la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), parte de un análisis del estado del inmueble. Entre las afecciones más relevantes presentadas por la catedral se encuentran humedades en las cubiertas y desperfectos en las fábricas interiores y exteriores. La intervención se centrará en la restauración de los elementos dañados por las referidas patologías mediante el uso de materiales y técnicas tradicionales.
La actuación también consistirá en la actualización de las instalaciones relacionadas con la visita pública del inmueble, mejorando la accesibilidad al mismo y el culto y con la recuperación del uso litúrgico de las tres capillas que se conservan.
La Catedral de la Asunción o de Santa María, conocida como Catedral Vieja de Cartagena, se encuentra situada en el centro histórico de la ciudad. Su construcción comenzó a finales del siglo XIII, modificándose posteriormente en numerosas ocasiones. Las reformas más significativas tuvieron lugar en los inicios del siglo XX, tras arruinarse parte del ábside y del hastial norte, reconstruyéndose entonces en estilo neorrománico. El templo, que presentaba tres naves con capillas adosadas y una torre campanario, quedó parcialmente destruido tras la Guerra Civil, en la que se perdieron las cubiertas y relevantes obras artísticas localizadas en su interior.
Desde 1958 se han realizado en el solar de la catedral campañas de excavación arqueológica que han permitido documentar restos de época romana, así como de las diversas fases constructivas del templo. Igualmente los elementos arquitectónicos de la catedral han sido objeto de puntuales intervenciones de urgencia destinadas a la salvaguarda del inmueble.