El pasado viernes en Alcalá, durante el encuentro disputado ante el Inter Movistar, una acción polémica hizo de Jesús García, jugador del Reale Cartagena, sin él pretenderlo, protagonista de la semana.
A los diez minutos de la primera parte, el alicantino robaba con acierto un balón a Hugo en el centro del campo y se marchaba sólo hacia la portería de "los verdes". La ocasión creaba peligro para los locales y, Matamoros, para cortar la carrera del jugador albiazul, acaba propinando un codazo en la cara a Jesús García que: "ni espera ni ve".
En un primer momento, el desconcierto del jugador es tal, que se teme por una posible rotura de mandíbula: "tras el golpe, no puedo cerrar la boca ni puedo hablar y Salva, nuestro fisio, se asusta porque piensa que hay rotura. Es ya en el hospital donde nos confirman que sólo se trata de un desplazamiento de mandíbula, aunque este fin de semana se me ha hinchado tanto el cuello que me resultaba difícil hasta ponerme el collarín", dice Jesús García. El médico del Club, tras explorar el cuello y rostro, comentó al jugador que "el golpe se asemeja a haber sufrido un accidente de tráfico con un camión".
Tras el incidente, el jugador del Reale, acompañado únicamente de un miembro del cuerpo técnico del Club, fue trasladado en ambulancia a un hospital de Madrid, echando en falta la cooperación y ayuda por parte de Inter Movistar: "a las puertas de un pabellón como el Caja Madrid echas de menos que haya una ambulancia o un servicio médico de urgencias con el que contar para estos casos. En un primer momento ningún miembro de Inter se preocupo por mi estado de salud y nadie nos acompañó al hospital".
El jugador, que estuvo en el servicio de urgencias de un hospital, esperando su turno como un ciudadano más, salió a las doce de la noche habiendo llegado al centro hospitalario a las nueve y media: "en el hospital hicieron lo que tenían que hacer que era tratarme como uno más, allí no saben si soy jugador profesional o no, y no me van a colar, así que no tengo ninguna queja hacia la atención médica que recibí, sólo digo que Inter Movistar debería haberme prestado la asistencia necesaria ofreciéndome la posibilidad de ser atendido en su centro médico habitual, donde el diagnóstico hubiera sido más rápido por la preferencia que me hubieran brindado".
Las únicas palabras por parte de Inter que recibió el jugador en la cancha fueron las del médico de los locales: "el hombre salió y me dijo de muy malas formas que me levantara del suelo porque el golpe había sido en la cara y las piernas podía moverlas, cuando yo aún estaba ido y, yo pensaba en esos momentos que, seas del Club que seas, lo primero es ser persona. Durante el fin de semana sí que recibí las muestras de apoyo de algunos jugadores de Inter, incluso la llamada de Matamoros expresando sus disculpas".
Las intenciones del jugador son las de poder estar disponible para Luís Fonseca de cara al encuentro del próximo viernes: "nadie es imprescindible pero todos somos necesarios, si me encuentro mejor, una vez que sabemos que no hay rotura yo quiero jugar, siempre y cuando esté al cien por cien, y pueda darlo todo. Para estar a mitad de mi capacidad, no voy a pedir jugar, por supuesto, por respeto a mis compañeros, que están trabajando muy duro toda la semana y se merecen los minutos tanto como yo".